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CONCILIOS DE LA IGLESIA: LAS BATALLAS QUE DEFINIERON EL CRISTIANISMO

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Desde el siglo I d.C., los concilios ecuménicos han sido la  "asamblea constituyente" del cristianismo , donde obispos, teólogos y emperadores definieron dogmas, condenaron herejías y moldearon la civilización occidental. Estos encuentros no solo trataban de teología: eran batallas intelectuales donde se decidía el futuro de millones de almas. 1. ¿Qué es un Concilio Ecuménico? Reunión solemne convocada por el Papa (o emperadores en épocas tempranas) para: Definir verdades de fe  (dogmas). Resolver crisis  (cismas, herejías). Regular disciplina eclesiástica  (celibato, sacramentos). Dato clave : Solo 21 concilios son reconocidos como "ecuménicos" por Roma. 2. Concilios que Cambiaron la Historia A. Era Antigua (Siglos IV-VIII): Luchando contra Herejías Concilio de Nicea I (325) Herejía : Arrianismo (negaba la divinidad de Cristo). Decisión : El  Credo Niceno  ("Dios de Dios, Luz de Luz"). Influencia : Fue convocado por el emperador Constantino. ¡La política ...

DUGUAY TROUIN: LA ÚLTIMA VÍCTIMA DE TRAFALGAR

El Duguay-Trouin fue uno de los buques franceses participantes en la batalla de Trafalgar, una de las batallas navales más importantes del siglo XIX.

El navío fue apresado en la propia batalla por los ingleses quienes lo tuvieron en su poder hasta 1949, fecha en la que quisieron devolverlo a Francia, pero al no aceptar estos lo hundieron en alta mar.


Una batalla que bien vale una plaza en Londres

La batalla de Trafalgar tuvo lugar frente a las costas del cabo Trafalgar (Vejer de la Frontera, Cádiz), en octubre de 1805, en el marco de la tercera coalición entre Reino Unidos, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte del trono imperial y disolver la influencia militar francesa existente en Europa.

En dicha batalla naval, considerada como una de las más importantes del siglo XIX, se enfrentaron los aliados Francia-España (al mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve y del teniente general español Federico Gravina) contra la coalición británica al mando del vicealmirante Horatio Nelson.

En el espacio de dos horas que duró la batalla, Francia perdió doce de sus dieciocho barcos, con 2.218 muertos,1.155 heridos y unos 500 prisioneros capturados por los ingleses. Solo un tercio de los 15.000 franceses participantes en la batalla volvieron un día a Francia. Inglaterra sufrió en Trafalgar 449 muertos (entre los que, además de Nelson, estaban trece de sus mejores oficiales) y 1.241 heridos. La victoria consolidó el liderazgo de la armada británica en todos los mares. España perdió diez de los quince barcos con los que luchó, con un total de 1.022 muertos (entre ellos Churruca y Gravina, este meses después a causa de las heridas recibidas allí), 1.383 heridos y unos 2.500 prisioneros, del total de 12.000 españoles que intervinieron en la batalla. Pero esta derrota además significó para España el alejamiento como potencia colonial y marítima, ya que tardaría varias décadas en recuperarse de este duro golpe.

La mayoría de los barcos españoles y franceses que habían sido apresados por la flota británica fueron llevados a Gibraltar. Esa noche se desató una tormenta; algunos barcos no pudieron aguantar, como el Santísima Trinidad, y se hundieron con heridos y todo dentro, otros, pudieron llegar a las costas del golfo de Cádiz.

El caso es que la insubordinación y los despropósitos de Villeneuve (intentó huir casi sin presentar batalla) hizo que la coalición franco-española perdiese la batalla frente a Nelson, quién fue tenido desde entonces como un héroe nacional y la batalla recordada en una famosa plaza inglesa (Trafalgar Square) construida para conmemorar dicha victoria.

El Duguay Trouin

En el fragor de la batalla de Trafalgar, el comandante francés Dumanoir, en un acto de cobardía, huye con su barco, el Formidable, junto a tres más: el Mont-Blanc, mandado por Lavillesgris; el Duguay-Trouin, mandado por Touffet y el Scipion, mandado por Berenguer. Estos cuatro barcos huidos (todos franceses) fueron apresados por la flota británica doce días después de la Batalla de Trafalgar, cuando intentaban ganar la costa francesa a la altura de cabo Ortegal. Posteriormente, Dumanoir manifestó no haber visto la orden del Almirante de la flota de “dirigirse al fuego” debido a la humareda reinante.

Lo cierto es que el Duguay-Trouin, navío de línea francés de 74 cañones construido en 1800, fue apresado por los ingleses, que le pusieron el nuevo nombre de HMS Implacable de la Marina Real Británica.

Tras su retirada del servicio (con pabellón inglés), fue guardado junto con el HMS Victory hasta 1949. En este año los ingleses pretenden devolverlo a Francia ante la imposibilidad de mantenerlo junto al Victory (por el coste económico que esto implicaba en la economía de postguerra), pero el gobierno francés se niega a aceptarlo y, ante personalidades de ambas potencias, es hundido en el Canal de la Mancha.

Como curiosidad, mencionar que al acto de hundimiento de Duguay-Trouin no fue invitada España, la tercera gran potencia implicada en la batalla de Trafalgar.

Y este fue el triste y deshonroso final que tuvo este navío 150 años después de su construcción y de haber combatido en tan importante batalla, aún habiendo sido derrotado, por lo que se le ha considerado la última víctima de Trafalgar.

Otros buques españoles capturados en la batalla de Trafalgar tuvieron suertes distintas al navío francés Duguay-Trouin, ya que si este fue mostrado como trofeo durante siglo y medio junto al Victory, el Bahama, por ejemplo, acabo sus días en la lejana isla de Midway desempeñando la ingrata labor de buque prisión, y el San Ildefonso paso a ser buque de recepción en Portsmounth hasta su desguace en 1816.

   

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