Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
El escritor francés Émile Zola es considerado el padre y el mayor representante del naturalismo. Zola se implicó y tuvo un papel muy relevante en la revisión del proceso de caso Dreyfus, militar francés, de origen judío, culpado falsamente por espía. Zola Precursor del "naturalismo" Zola (1840-1902) tuvo como compañero de colegio a Paul Cézanne con quien mantendría una larga y fraternal amistad, que se tradujo, tiempo después, en un apoyo incondicional a los pintores impresionistas e incluso haciendo una defensa a ultranza del arte de estos en sus artículos de crítica de arte. Por ello, criticó duramente los criterios utilizados en las exposiciones de arte oficiales de París en las que se rechazaba de forma continuada las nuevas obras impresionistas. No fue buen estudiante por lo que, para no ser una carga para su madre viuda, se puso a trabajar pronto en la librería Hachette como dependiente. Benito Pérez Galdós: su secre