Fernando VII fue uno de los reyes más polémicos y controvertidos de la historia de España. Su reinado, que abarcó desde 1808 hasta 1833, con una breve interrupción entre 1810 y 1814, estuvo marcado por las guerras, las conspiraciones, las intrigas, las revoluciones y las traiciones. Fernando VII Primera traición Fernando VII traicionó a su pueblo en varias ocasiones, tanto por acción como por omisión, y se ganó el apodo de "el rey felón" por su falta de lealtad, de honradez y de respeto a la Constitución y a las Cortes. La primera traición de Fernando VII se produjo en 1808, cuando se alió con Napoleón Bonaparte para derrocar a su padre, Carlos IV, y hacerse con el trono de España. Fernando VII aprovechó el descontento popular contra Carlos IV y su valido, Manuel Godoy, que habían firmado el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Fernando VII encabezó una conjura palaciega contra su pa
La necesidad portuguesa de expandir su territorio para impulsar su comercio llevó al infante Enrique “el Navegante” a sufragar expediciones náuticas. Se rodeó para ello de una “corte” de eruditos, marinos y científicos, llegados de todo el mundo y ligados a la navegación para crear lo que se dio en llamar, posteriormente, como “Escuela náutica de Sagres”. Enrique !el Navegante" Enrique “El Navegante” Durante el reinado de Joao I (1385-1433), fundador de la Dinastía de Avis, los portuqueses iniciaron la exploración y explotación de nuevas tierras debido a un gran número de causas como la relativa sobrepoblación de Portugal, la imposibilidad de la expansión continental debido a la potente Castilla, la penuria del trigo, la demanda de pescado, especias orientales, cuero y tintoreo, tierras nuevas para la caña de azúcar, demanda de esclavos para los molinos de azúcar, la penuria de oro y plata para los intercambios comerciales con Asia, etc. La escasez de oro