Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos. Miguel Ángel Buonarroti "Eros durmiente" y dibujos ahumados Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro. No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un &quo
Más de 600 retratos convirtieron a Elisabeth Louise Vigée Le Brun en una de las grandes pintoras de este género en su época. Inmortalizó a los principales miembros de la realeza y la nobleza europea, especialmente francesa, inglesa y rusa, y contribuyó a la idealización de María Antonieta. Autorretrato Artista de casta y oficio Marie-Louise-Élisabeth Vigée-Lebrun (1755-1842) nació en París y fue hija de Louis Vigée, un importante retratista y profesor de pintura, que no sólo le enseñó sino que alentó a su hija a que siguiera sus pasos en el mundo del arte. Pero su padre murió cuando ella tenía doce años, con lo que su formación artística iría en delante de la mano de maestros de la época como Jean-Baptiste Gruze, Davesne, Vernet y Gabriel Françoise Doyen, quien además, este último, la introdujo en el conocimiento de las colecciones reales de pintura, pudiendo así estudiar a los más grandes del arte. Las enseñanzas de todos ellos dieron pronto sus frut