Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos. Miguel Ángel Buonarroti "Eros durmiente" y dibujos ahumados Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro. No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un &quo
Las bibliotecas son una realidad consolidada a lo largo de más de cuatro mil años de historia, que discurre paralela a la de la escritura y el libro. Las bibliotecas nacieron en los templos de las ciudades mesopotámicas, donde tuvieron en principio una función conservadora, de archivo y registro de hechos ligados a la actividad religiosa, política, económica y administrativa, al servicio de escribas y sacerdotes. Las primeras bibliotecas-archivo En la antigüedad, las bibliotecas servían servían como archivos imperiales, santuarios de escrituras sagradas y depósitos de literatura y crónicas. Los documentos de las primeras bibliotecas estaban escritos en escritura cuneiforme en tablillas de barro, un soporte que ha garantizado su conservación. Destacaron especialmente las bibliotecas-archivo de Mari, Lagash, Ebla, Ugarit y Assurbanipal. Mari, una ciudad antigua situada al oeste del Eufrates en la actual Tell Hariri (Siria) que estuvo habitada desde el quinto milenio