Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
Está considerada una de las grandes damas del surgimiento del impresionismo en París junto a Bracquemond y Morisot. Cassatt pintó principalmente escenas de la vida social y privada de las mujeres, con especial énfasis en los lazos entre ellas y sus hijos. El primer aprendizaje Mary Stevenson Cassatt nació en Allegheny City, Pensilvania (Estados Unidos) un 22 de mayo de 1844 y fue uno de los siete hijos de una familia de clase media alta (su padre era un exitoso agente de bolsa y su madre, una mujer refinada y gran lectora, provenía de una familia de banqueros y quien ejerció gran influencia sobre ellas). Mary mostró enseguida aptitudes para el dibujo, y aunque su familia se opuso a que se convirtiera en una artista profesional (por el comportamiento bohemio de los hombres y el feminismo activo de las mujeres artistas), si le permitieron estudiar pintura en Pennsylvania Academy of the Fine Arts a los 15 años. Impresionismo norteamericano: una inspiració