Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
Nikola Tesla, el inventor adelantado a su tiempo, es conocido por sus más de 1.000 inventos y su rechazo a las normas establecidas. Aunque asocial, dedicó su vida a sus creaciones. Nunca se casó y murió solo y en la pobreza en un hotel. Nikola Tesla Un joven fuera de serie Nikola Tesla es posiblemente uno de los científicos más desconocidos de nuestra época. Nació en Smiljan, Croacia (entonces Imperio Austro-Húngaro), en 1856, en el seno de una acomodada familia serbia. Parece que Tesla se caracterizó desde muy joven por poseer una extraordinaria memoria, dicen que como su madre, una mujer sin estudios capaz de recitar largos poemas sin saber leer. Él era capaz de memorizar libros completos y aprendió a hablar ocho idiomas. También heredaría de su progenitora la capacidad creativa, ya que ella realizó artilugios para facilitar sus ocupaciones en el hogar, como el batidor de huevos mecánico. Nikola Tesla destacó rápidamente en las ciencias en general, y las matemáticas en pa