Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
Fiel a los textos literarios que se encargó de ilustrar, los motivos de su obra pictórica gravitan alrededor del sexo , la muerte y las imágenes satánicas . Félicien Rops se va a sumar con gran interés a la plasmación de motivos satánicos, casi siempre unidos a la figura femenina pues, como él mismo aseguraba, “el hombre está poseído por la mujer, y la mujer poseída por el Diablo”, es decir, la mujer seductora y sensual origen y causa de los problemas del hombre. Pornócrates La relación con los simbolistas El pintor y grabador belga Félicien Rops (1833-1898) se revelaría desde muy temprano como un dibujante excepcional. Robs comienza como ilustrador de libros, caricaturista político, litógrafo para revistas satíricas, donde se atacaba a las fuerzas conservadoras, pero también parodiando a los “progresistas", y grabador. Vanguardias: el arte contemporáneo del siglo XX En la segunda mitad del siglo XIX, y coincidiendo con el gusto por determ