Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
Durante la última década de su vida Hitler se drogó, primero con vitaminas y después con cocaína y heroína. Al final consumió hasta 28 tipos de estimulantes, analgésicos, anabolizantes y otras sustancias en un sólo día. Desde 1943 a 1945 es cuando empieza a tomar drogas sumamente duras y en altas cantidades de cocaína y heroína al mismo tiempo. Hitler y el doctor Morell Pervitin Una reciente investigación (plasmada en su libro “El Gran Delirio” por el escritor y periodista alemán Norman Ohler) revela por primera vez la relación de Hitler con las drogas como la cocaína, la heroína, la morfina o las metanfetaminas y el uso masivo de estas durante la Alemania nazi por su población y su ejército y el “papel estratágico” de estas durante la II Guerra Mundial. Durante la República de Weimar la industria farmacéutica alemana estaba en auge y el país era uno de los mayores exportadores tanto de opioides como de morfina y cocaína. El auge y la permisividad colectiva faci