Fernando VII fue uno de los reyes más polémicos y controvertidos de la historia de España. Su reinado, que abarcó desde 1808 hasta 1833, con una breve interrupción entre 1810 y 1814, estuvo marcado por las guerras, las conspiraciones, las intrigas, las revoluciones y las traiciones. Fernando VII Primera traición Fernando VII traicionó a su pueblo en varias ocasiones, tanto por acción como por omisión, y se ganó el apodo de "el rey felón" por su falta de lealtad, de honradez y de respeto a la Constitución y a las Cortes. La primera traición de Fernando VII se produjo en 1808, cuando se alió con Napoleón Bonaparte para derrocar a su padre, Carlos IV, y hacerse con el trono de España. Fernando VII aprovechó el descontento popular contra Carlos IV y su valido, Manuel Godoy, que habían firmado el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Fernando VII encabezó una conjura palaciega contra su pa
Zurbarán, coetáneo de otros genios de la época como Velázquez, Murillo, Ribera, Ribalta o Alonso Cano, es el pintor, por excelencia, de la vida monástica del barroco español. Sus series de monjes y santos para las órdenes religiosas tuvieron tanto éxito en España que su fama traspasó las fronteras llegando a convertirse en el proveedor favorito de obras para los monasterios e iglesias de los países de Hispanoamérica. Posible autorretrato en su obra San Lucas como pintor. Prado El pintor de monjes y santos Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz 1598-Madrid 1664) se habría de convertir con el tiempo en uno de los máximos representantes del Siglo de Oro español. Aprendió pintura en Sevilla, donde se trasladó desde su villa natal, y donde tuvo ocasión de conocer a maestros famosos como Pacheco y Herrera al mismo tiempo que coincidía como aprendiz con Velázquez y Alonso Cano. Pero tras su aprendizaje se estableció en su Extremadura natal (en Llerena).