Fernando VII fue uno de los reyes más polémicos y controvertidos de la historia de España. Su reinado, que abarcó desde 1808 hasta 1833, con una breve interrupción entre 1810 y 1814, estuvo marcado por las guerras, las conspiraciones, las intrigas, las revoluciones y las traiciones. Fernando VII Primera traición Fernando VII traicionó a su pueblo en varias ocasiones, tanto por acción como por omisión, y se ganó el apodo de "el rey felón" por su falta de lealtad, de honradez y de respeto a la Constitución y a las Cortes. La primera traición de Fernando VII se produjo en 1808, cuando se alió con Napoleón Bonaparte para derrocar a su padre, Carlos IV, y hacerse con el trono de España. Fernando VII aprovechó el descontento popular contra Carlos IV y su valido, Manuel Godoy, que habían firmado el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Fernando VII encabezó una conjura palaciega contra su pa
Tras su subida al poder, Adolf Hitler se obsesionó con crear una de las colecciones más importantes del mundo para su disfrute personal, y para ello no dudó en saquear numerosas colecciones privadas, en especial la de ricas familias judías. En esos doce años (1933-1945), el Tercer Reich logró hacerse con cientos de miles de antigüedades y obras de arte, de las cuales hoy se siguen sin localizar cerca de 100.000. Robadas, desaparecidas, destruidas Es muy posible que buena parte de aquellos cuadros y antigüedades resultaran destruidas durante la contienda, pero muchas otras simplemente se "perdieron" al ir pasando de manos tras la guerra. Desde su subida al poder hasta su muerte, en 1945, Adolf Hitler, con la ayuda de su lugarteniente Goering, llevó a cabo un ambicioso plan que provocó el saqueo de numerosas colecciones privadas y museos de la Europa ocupada, entre las que se contaban las propiedades de importantes familias judías como la de los Rothschild. Wolfram