Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
Fue un jesuita teólogo, misionero, explorador y aventurero que nunca se rindió ante la adversidad. Logró evangelizar a dos emperadores y ser el primer europeo en avistar las fuentes del Nilo Azul. Escribió la “Historia de Etiopía”, de notoria relevancia histórica y científica, sobre uso y costumbres del país, además de sus andanzas. Pedro Páez Un erudito aventurero Pedro Páez Jaramillo, nacido en la localidad madrileña de Olmeda de las Fuentes en 1564. Destacó desde niño en los estudios, lo que le llevó hasta la Universidad de Alcalá de Henares y de Coimbra, cuando Felipe II había aunado las coronas de España y Portugal. Estando en Coimbra ingresó en la Compañía de Jesús, donde destacó por la gran cultura adquirida y por su facilidad para los idiomas. Jericó: la ciudad más antigua de la historia Como quiera que el imperio en esta época estaba en plena expansión territorial, también eran expandidos “ejércitos” misioneros para evangelizar las nuevas tierras que s