Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
A lo largo de paseo de la Castellana, Recoletos y el Prado, donde se alzan rascacielos , hoteles y edificios de oficinas, hasta los años cincuenta del siglo XX medio centenar de palacetes rivalizaban en belleza. Los había de todos los estilos y para todos los gustos de sus propietarios, pero el palacio de Xifré, hoy desaparecido, fue quizás uno de los edificios privados más bonitos que ha tenido Madrid. Palacio Xifré Una “milla de oro” sólo para los más pudientes Eran las residencias de la nobleza y la alta burguesía adinerada, y tras sus muros, se alojaron los protagonistas de siglos pasados como Canovas del Castillo, el conde de Romanones, los duques de Medinaceli..., y se celebraron las mejores fiestas de la época. La mayoría se concentraban entre la Cibeles y el Hipódromo de la Castellana, que dejó en 1933 su solar a los Nuevos Ministerios y que era el eje del ensanche de la capital hacia el norte, La Guerra Civil se cobró alguno de estos edificios