Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
María de Lejárraga fue una prolífica autora de exitosas obras literarias, pero también muy activa como política y feminista. Sin embargo, desde que se casara con Gregorio Martínez Sierra, María de Lejárraga permitió que su esposo firmara como propias las piezas literarias que ella escribía. María de Lejárraga Una autora silenciada María de la O Lejárraga García (1874-1974) nació en San Millán de la Cogolla, La Rioja, en el seno de la familia acomodada. En Madrid realizaría sus estudios superiores en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, institución de la cual luego fue profesora. Mujeres de la Generación del 27: silenciadas y olvidadas Pero María de Lejárraga tenía también inquietudes literarias que, sin embargo, chocaban con la sociedad que le tocó vivir. No obstante, en 1899, publicó su primer libro: “Cuentos breves, lecturas recreativas para niños” obra que, paradójicamente, será la única que firmará con su nombre. Mujeres de la Generación de