Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
Doña Juana I, reina de España, es una figura que permaneció en el olvido durante siglos, a pesar de haber sido uno de los monarcas españoles que más tiempo ciñó la corona. Fueron los literatos y artistas plásticos del romanticismo los que resucitaron su figura en el siglo XIX a partir de lo que se consideró un dato cierto: su locura de amor. Juana I Parecidos poco razonables Hasta Carlos I, y sobre todo hasta Felipe II, los palacios de la monarquía española carecían casi por completo de cuadros o esculturas, a excepción de algunos de temática religiosa. No había tradición ni gusto por el retrato. Sí abundaban por el contrario los tapices. Éstos se enrollaban y con suma facilidad se transportaban de un lugar a otro y llenaban de colorido, y no sólo desde el punto de vista estético, las frías paredes de los caserones reales. Margarita de Austria Por ello, en la Corte de los Reyes Católicos no abundaban los retratistas, pero en un determinado momento se decidió l