Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos. Miguel Ángel Buonarroti "Eros durmiente" y dibujos ahumados Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro. No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un &quo
Tiziano fue un notable retratista ya desde sus años de juventud, género al que dedicó un gran parte de su producción y el que le abrió las puertas de la aristocracia europea. Parece que son unos ciento diecisiete los retratos de Tiziano que han llegado a nuestros días, otros tantos se le han atribuido, y treinta y cinco, de los que hablan testimonios documentales, se han perdido. Tiziano Tiziano y el retrato Los retratos de Tiziano son auténticos documentos históricos de los personajes de su época, tanto del poder político, como del religioso o del cultural. Su estilo alcanzó tal fama que se decía que no había ninguna figura principal que no hubiese sido retratada por Tiziano. No sólo fue un testigo excepcional de su tiempo, sino que supo captar la viveza de los protagonistas, su papel social y su psicología. "Las poesias" de Tiziano: un regalo para Felipe II Su abundantísima creación de retratos, muchos de gran calidad artística, están hoy rep