Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos. Miguel Ángel Buonarroti "Eros durmiente" y dibujos ahumados Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro. No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un &quo
La necesidad portuguesa de expandir su territorio para impulsar su comercio llevó al infante Enrique “el Navegante” a sufragar expediciones náuticas. Se rodeó para ello de una “corte” de eruditos, marinos y científicos, llegados de todo el mundo y ligados a la navegación para crear lo que se dio en llamar, posteriormente, como “Escuela náutica de Sagres”. Enrique !el Navegante" Enrique “El Navegante” Durante el reinado de Joao I (1385-1433), fundador de la Dinastía de Avis, los portuqueses iniciaron la exploración y explotación de nuevas tierras debido a un gran número de causas como la relativa sobrepoblación de Portugal, la imposibilidad de la expansión continental debido a la potente Castilla, la penuria del trigo, la demanda de pescado, especias orientales, cuero y tintoreo, tierras nuevas para la caña de azúcar, demanda de esclavos para los molinos de azúcar, la penuria de oro y plata para los intercambios comerciales con Asia, etc. La escasez de oro