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MARIANO DE CAVIA: EL PERIODISTA QUE "INCENDIÓ" EL MUSEO DEL PRADO PARA SALVAR SU PATRIMONIO

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Mariano de Cavia La madrugada del 25 de noviembre de 1891, una noticia de última hora conmocionó a la sociedad madrileña: el  Museo del Prado, la joya de la corona del patrimonio artístico español, ardía en llamas, reduciendo a cenizas los lienzos de Velázquez, Goya y Tiziano   . Multitudes aterrorizadas corrieron hacia el Paseo del Prado para ser testigos de la catástrofe, solo para encontrar el majestuoso edificio en perfecta calma, iluminado por la luna, completamente intacto  . El autor de este ingenioso y trascendental bulo fue  Mariano de Cavia , uno de los periodistas más brillantes, contradictorios e influyentes de la España de la Restauración  . La narrativa superficial recuerda este episodio como una simple "broma" o una "falsa alarma", un precedente español de la famosa radionovela de Orson Welles,  La Guerra de los Mundos   . Sin embargo, esta explicación simplista oculta una realidad mucho más compleja y fascinante. Lejos de ser una traves...

ISABEL "LA CATOLICA": MUJER, REINA Y MADRE

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Tuvo cinco hijos a los que no veía con demasiada asiduidad, pero se encargó de que su educación fuera esmerada. La muerte de su heredero, Juan, fue un duro golpe que no superó, al igual que la de su hija Isabel y su nieto Miguel que rompían su sueño dinástico. Como mujer, Isabel también sufrió de celos al lado de su esposo Fernando el cual, como cualquier príncipe de la época, disfrutaba de correrías e infidelidades con total inmunidad. Isabel la Católica Retrato de una reina Cuentan los cronistas de Isabel la Católica que era alta, de piel muy blanca y de porte majestuoso. Que tenía los ojos claros, de un azul verdoso, y que su mirar era muy gracioso y honesto. Su pelo era rubio, entre rojizo-dorado y cobrizo (rasgo que heredaron sus hijas Juana y Catalina), aunque con los años se le fue oscureciendo hasta volverse casi negro. Los escritores de entonces no se cansan de ponderar su hermosura, que según ellos no tenía rival en su tiempo, su honestidad, su ponderaci...