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"EL GLORIOSO": EL NAVIO ESPAÑOL QUE HUMILLÓ A LA ROYAL NAVY EN 1747

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El 15 de octubre de 1747, frente a las costas de Galicia, un navío español de 70 cañones, maltrecho y con las velas hechas jirones, se preparaba para su último y desigual combate contra cuatro buques de guerra británicos que lo acosaban . Lo que la Royal Navy registraría como una "victoria rutinaria" pronto se revelaría como el épico final de una de las gestas navales más increíbles de la historia. Bautizado por la posteridad como  "el Glorioso" , este navío de la Real Armada, al mando del capitán  Pedro Mesía de la Cerda , se había convertido en una leyenda viviente tras enfrentarse y humillar a sucesivas escuadras enemigas en un viaje de regreso desde América . La narrativa oficial británica, recogida en los partes de guerra, es simple: se trató de una persecución y captura exitosa de un buque español que transportaba un valioso cargamento de la Nueva España . Sin embargo, esta explicación victoriosa se ha visto desbordada por una serie de relatos contradictorios,...

ISABEL "LA CATOLICA": MUJER, REINA Y MADRE

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Tuvo cinco hijos a los que no veía con demasiada asiduidad, pero se encargó de que su educación fuera esmerada. La muerte de su heredero, Juan, fue un duro golpe que no superó, al igual que la de su hija Isabel y su nieto Miguel que rompían su sueño dinástico. Como mujer, Isabel también sufrió de celos al lado de su esposo Fernando el cual, como cualquier príncipe de la época, disfrutaba de correrías e infidelidades con total inmunidad. Isabel la Católica Retrato de una reina Cuentan los cronistas de Isabel la Católica que era alta, de piel muy blanca y de porte majestuoso. Que tenía los ojos claros, de un azul verdoso, y que su mirar era muy gracioso y honesto. Su pelo era rubio, entre rojizo-dorado y cobrizo (rasgo que heredaron sus hijas Juana y Catalina), aunque con los años se le fue oscureciendo hasta volverse casi negro. Los escritores de entonces no se cansan de ponderar su hermosura, que según ellos no tenía rival en su tiempo, su honestidad, su ponderaci...