Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
Luis I, el primer Borbón nacido en España, fue proclamado Príncipe de Asturias a los dos años de edad y proclamado rey a los 17, aunque aparece poco en los manuales de historia. Siete meses después de subir al trono, Luis I murió de viruelas, constituyendo el reinado más corto de la historia de la monarquía española. Luis I El primer Borbón español Luis I, llamado “el Bien Amado” o “el Liberal”, nació el 25 de agosto de 1707 en el palacio del Buen Retiro de Madrid, siendo hijo de Felipe V y de María Luisa Gabriela de Saboya. La noticia de su nacimiento fue recibida con alegría, después de cuarenta y seis años, un infante de la Casa real había nacido en el país. A pesar de que su madre era tuberculosa, los primeros años de Luis transcurren sin enfermedades Salón de Reinos: un pequeño "Prado" en el Palacio del Buen Retiro El 7 de abril de 1709 , fue jurado como príncipe de Asturias en las Cortes reunidas en el monasterio de San Jerón