Hispania fue una de las provincias más importantes y prósperas del Imperio Romano, que aportó a Roma no solo riquezas materiales, sino también humanas. De hecho, tres de los emperadores romanos más destacados nacieron en Hispania: Trajano, Adriano y Teodosio. Estos son sus biografías y sus logros e hitos más importantes: Trajano Trajano Trajano (53-117 d.C.): nació en Itálica, cerca de la actual Sevilla, en el seno de una familia senatorial de origen itálico. Fue un brillante militar que sirvió bajo los emperadores Domiciano y Nerva, y que fue adoptado por este último como sucesor. Ascendió al trono en el año 98 d.C., siendo el primer emperador no nacido en Italia. Bajo su gobierno, el Imperio Romano alcanzó su máxima extensión territorial, tras conquistar Dacia, Armenia, Mesopotamia y parte de Arabia. Fue un gran administrador y constructor, que realizó numerosas obras públicas como acueductos, puentes, carreteras, puertos y edificios monumentales. Entre ellos destacan el Foro de
PUEBLOS Y CULTURAS QUE INVADIERON LA PENÍNSULA IBÉRICA ANTES DE LA RECONQUISTA DE LOS REYES CATÓLICOS
Cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica, esta ya estaba habitada por una variedad de pueblos que a menudo se denominan genéricamente como los "pueblos prerromanos" que no estaban políticamente unificados, y se caracterizaban por tener diferentes lenguas, culturas y formas de organización social. Tras la romanización de Hispania otros tantos pueblos se asentaron en la Península Ibérica contribuyendo a su riqueza cultural. Sin embargo las diversas luchas de algunos de estos por el poder y el territorio concluyeron con la unificación tras la llamada Reconquista de los Reyes Católicos. Pueblos prerromanos Antes de la llegada de los roamnos a la Península Ibérica, en el siglo III a.C., esta ya estaba habitada por una serie de pueblos que formaban parte de la cultura megalítica, que aquí se desarrolló entre el 4.000 a.C. y el 2.000 a.C., y se caracterizó por la construcción de monumentos funerarios con grandes piedras, como los dólmenes, los menhires y los crómlech. Est