Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
Dicen que posiblemente no sea la joya más valiosa de la historia, pero pocas veces una pieza de joyería ha dado lugar a tanta literatura como esta perla, llamada desde antiguo la «Peregrina». Su historia y su leyenda, comienzan cuando la encuentran (¿un esclavo en 1515?) en Panamá en el siglo XVI, pasando a ser propiedad posteriormente de reyes y nobles de toda Europa, e incluso, de la actriz norteamericana Elízabeth Taylor. Los orígenes de una joya Al parecer, la primera referencia documentada sobre esta perla la sitúa en Sevilla en 1580, cuando llega a la capital hispalense don Diego de Tebes, Alguacil Mayor de Panamá, quien ofreció la perla a Felipe II. Según queda constancia escrita, pesaba 58 kilates y medio. Tenía, y tiene, un tamaño y una forma inusual (en forma de pera), por lo que enseguida la hizo ser muy apreciada, tanto por su belleza como por su escasez, por toda la realeza de la época, luciéndola muchas reinas de España a lo largo de varios siglos. Felipe