Leonor de Aquitania fue una de las mujeres más poderosas e influyentes de la Edad Media. Heredera de un vasto territorio que abarcaba el suroeste de Francia, se convirtió en reina consorte de Francia y luego de Inglaterra por sus matrimonios con dos reyes rivales: Luis VII y Enrique II. Fue madre de diez hijos, entre ellos dos reyes famosos: Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Participó en la segunda cruzada, se rebeló contra su segundo esposo, gobernó como regente en ausencia de su hijo y fue una gran mecenas de las artes y la cultura. Leonor de Aquitania Una heredera codiciada Leonor nació en Poitiers en 1122, como hija y heredera de Guillermo X, duque de Aquitania y conde de Poitiers, y de Leonor de Châtellerault. Su padre le proporcionó una esmerada educación, que incluyó el aprendizaje del latín, la música, la literatura, la caza y la cetrería. A los quince años, quedó huérfana y heredó el ducado de Aquitania, uno de los más ricos y extensos de Europa, que se extendía des
Dicen que posiblemente no sea la joya más valiosa de la historia, pero pocas veces una pieza de joyería ha dado lugar a tanta literatura como esta perla, llamada desde antiguo la «Peregrina». Su historia y su leyenda, comienzan cuando la encuentran (¿un esclavo en 1515?) en Panamá en el siglo XVI, pasando a ser propiedad posteriormente de reyes y nobles de toda Europa, e incluso, de la actriz norteamericana Elízabeth Taylor. Los orígenes de una joya Al parecer, la primera referencia documentada sobre esta perla la sitúa en Sevilla en 1580, cuando llega a la capital hispalense don Diego de Tebes, Alguacil Mayor de Panamá, quien ofreció la perla a Felipe II. Según queda constancia escrita, pesaba 58 kilates y medio. Tenía, y tiene, un tamaño y una forma inusual (en forma de pera), por lo que enseguida la hizo ser muy apreciada, tanto por su belleza como por su escasez, por toda la realeza de la época, luciéndola muchas reinas de España a lo largo de varios siglos. Felipe