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"EL EMPECINADO": EL GUERRILLERO QUE HUMILLÓ A NAPOLEÓN Y POR ESO EL REY FELÓN LO AHORCÓ

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Castrillo de Duero, Valladolid, 1775. En el seno de una familia de labradores acomodados nace un niño que pasaría a la historia con un apodo que definiría su carácter:  "El Empecinado" . A principios del siglo XIX, mientras los ejércitos napoleónicos paseaban su poderío por Europa, un humilde campesino español, sin formación militar alguna, se erigiría en el azote de los franceses en Castilla. Juan Martín Díez no era un general, ni un noble, ni un político. Era un hombre del pueblo que, armado con un valor a prueba de bombas y un conocimiento profundo del terreno, demostró que un pueblo decidido puede humillar al ejército más poderoso del mundo. Su nombre, derivado de "pecina" (el cieno de las acequias de su pueblo), se convirtió en sinónimo de tenacidad y resistencia a ultranza. Mientras la Junta Central se refugiaba en Cádiz y los generales regulares sufrían estrepitosas derrotas, el Empecinado y sus hombres mantenían viva la llama de la rebelión en el corazón de ...

BLAS DE LEZO: EL AZOTE DE INGLATERRA

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Aunque es un gran desconocido, fue uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española. Este guipuzcoano de Pasajes sufriría tantas heridas a lo largo de su vida militar que habría de ser conocido con los sobrenombres de Patapalo primero y Mediohombre después. Todo un ejemplo de arrojo y valor  Con apenas 12 años (1701), se enrola como guardiamarina al servicio del conde de Toulouse, Luis Alejandro de Borbón, hijo de Luis XIV. Se integró en la armada francesa, en ese momento aliada de España en la Guerra de Sucesión, que acaba de empezar, al morir Carlos II sin descendencia. Blas de Lezo participó en aquella batalla batiéndose de manera ejemplar, hasta que una bala de cañón le destrozó la pierna izquierda, teniéndosela que amputar, sin anestesia, por debajo de la rodilla. Cuentan las crónicas que el muchacho no profirió un lamento durante la operación. Debido al valor demostrado tanto en aquel trance como en el propio combate, es ascendido en 1704 a Alférez...