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MARIANO DE CAVIA: EL PERIODISTA QUE "INCENDIÓ" EL MUSEO DEL PRADO PARA SALVAR SU PATRIMONIO

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Mariano de Cavia La madrugada del 25 de noviembre de 1891, una noticia de última hora conmocionó a la sociedad madrileña: el  Museo del Prado, la joya de la corona del patrimonio artístico español, ardía en llamas, reduciendo a cenizas los lienzos de Velázquez, Goya y Tiziano   . Multitudes aterrorizadas corrieron hacia el Paseo del Prado para ser testigos de la catástrofe, solo para encontrar el majestuoso edificio en perfecta calma, iluminado por la luna, completamente intacto  . El autor de este ingenioso y trascendental bulo fue  Mariano de Cavia , uno de los periodistas más brillantes, contradictorios e influyentes de la España de la Restauración  . La narrativa superficial recuerda este episodio como una simple "broma" o una "falsa alarma", un precedente español de la famosa radionovela de Orson Welles,  La Guerra de los Mundos   . Sin embargo, esta explicación simplista oculta una realidad mucho más compleja y fascinante. Lejos de ser una traves...

"EL EMPECINADO": EL GUERRILLERO QUE HUMILLÓ A NAPOLEÓN Y POR ESO EL REY FELÓN LO AHORCÓ

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Castrillo de Duero, Valladolid, 1775. En el seno de una familia de labradores acomodados nace un niño que pasaría a la historia con un apodo que definiría su carácter:  "El Empecinado" . A principios del siglo XIX, mientras los ejércitos napoleónicos paseaban su poderío por Europa, un humilde campesino español, sin formación militar alguna, se erigiría en el azote de los franceses en Castilla. Juan Martín Díez no era un general, ni un noble, ni un político. Era un hombre del pueblo que, armado con un valor a prueba de bombas y un conocimiento profundo del terreno, demostró que un pueblo decidido puede humillar al ejército más poderoso del mundo. Su nombre, derivado de "pecina" (el cieno de las acequias de su pueblo), se convirtió en sinónimo de tenacidad y resistencia a ultranza. Mientras la Junta Central se refugiaba en Cádiz y los generales regulares sufrían estrepitosas derrotas, el Empecinado y sus hombres mantenían viva la llama de la rebelión en el corazón de ...