Cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica, esta ya estaba habitada por una variedad de pueblos que a menudo se denominan genéricamente como los "pueblos prerromanos" que no estaban políticamente unificados, y se caracterizaban por tener diferentes lenguas, culturas y formas de organización social. Tras la romanización de Hispania otros tantos pueblos se asentaron en la Península Ibérica contribuyendo a su riqueza cultural. Sin embargo las diversas luchas de algunos de estos por el poder y el territorio concluyeron con la unificación tras la llamada Reconquista de los Reyes Católicos. Pueblos prerromanos Antes de la llegada de los roamnos a la Península Ibérica, en el siglo III a.C., esta ya estaba habitada por una serie de pueblos que formaban parte de la cultura megalítica, que aquí se desarrolló entre el 4.000 a.C. y el 2.000 a.C., y se caracterizó por la construcción de monumentos funerarios con grandes piedras, como los dólmenes, los menhires y los crómlech. Est
En enero de 1945 los ejércitos soviéticos progresaban inexorablemente hacia el mar Báltico preparando el asalto final sobre Alemania y dar así por concluida la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, la "Operación Hannibal" fue concebida por la Alemania nazi como una gran y desesperada evacuación naval para salvar a sus tropas, civiles y material de guerra de la costa báltica que iba a ser invadida de inmediato. Navíos en el mar Báltico Enero de 1945 La Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin en los últimos meses del conflicto, mientras las fuerzas alemanas resistían desesperadamente contra la imparable ofensiva soviética que avanzaba hacia los territorios orientales del Reich alemán. Además, tras los Acuerdos de Yalta, en febrero de 1945, Stalin logró obtener el desplazamiento de las fronteras de la Unión Soviética unos cientos de kilómetros hacia el oeste, a costa del territorio polaco, que en compensación recibirían los territorios alemanes en el este, incluyendo casi