Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como holocausto

Entrada destacada

MARIANO DE CAVIA: EL PERIODISTA QUE "INCENDIÓ" EL MUSEO DEL PRADO PARA SALVAR SU PATRIMONIO

Imagen
Mariano de Cavia La madrugada del 25 de noviembre de 1891, una noticia de última hora conmocionó a la sociedad madrileña: el  Museo del Prado, la joya de la corona del patrimonio artístico español, ardía en llamas, reduciendo a cenizas los lienzos de Velázquez, Goya y Tiziano   . Multitudes aterrorizadas corrieron hacia el Paseo del Prado para ser testigos de la catástrofe, solo para encontrar el majestuoso edificio en perfecta calma, iluminado por la luna, completamente intacto  . El autor de este ingenioso y trascendental bulo fue  Mariano de Cavia , uno de los periodistas más brillantes, contradictorios e influyentes de la España de la Restauración  . La narrativa superficial recuerda este episodio como una simple "broma" o una "falsa alarma", un precedente español de la famosa radionovela de Orson Welles,  La Guerra de los Mundos   . Sin embargo, esta explicación simplista oculta una realidad mucho más compleja y fascinante. Lejos de ser una traves...

ÁNGEL SANZ-BRIZ: EL DIPLOMÁTICO ESPAÑOL QUE ENGAÑÓ A LOS NAZIS PARA SALVAR A MÁS DE 5.000 JUDIOS EN BUDAPEST

Imagen
Budapest, octubre de 1944. La ciudad se desangra bajo la doble ocupación nazi y la cruenta dictadura de la Cruz Flechada húngara. Las redadas y deportaciones de judíos a Auschwitz han alcanzado un ritmo frenético. En medio de este infierno, un diplomático español de apenas 33 años, alto, delgado y de impecable traje, recorre las calles con una carpeta llena de documentos. Su nombre es  Ángel Sanz-Briz . Con una mezcla de valor temerario, astucia legal y desobediencia sistemática a su gobierno, está a punto de orquestar una de las operaciones de rescate más audaces de la Segunda Guerra Mundial. Utilizando un decreto de 1924, un invento diplomático y papeles falsos, logrará salvar la vida de más de 5,000 judíos húngaros. Mientras el mundo cerraba los ojos y las potencias aliadas priorizaban la victoria militar sobre el rescate de civiles, un diplomático de la España de Franco, teóricamente aliada del Eje, se convirtió en un faro de humanidad. Sin embargo, a diferencia de su homólogo ...

JUICIOS DE NUREMBERG: LA CONDENA A LA MAQUINARIA DEL MAL Y EL NACIMIENTO DE LA JUSTICIA GLOBAL

Imagen
El 20 de noviembre de 1945, en una ciudad alemana reducida a escombros, ocho jueces de las naciones aliadas tomaron asiento frente a 21 de los hombres más poderosos del ya derrotado Tercer Reich. El Palacio de Justicia de Nuremberg, milagrosamente intacto, se convirtió en el escenario de un experimento jurídico sin precedentes: por primera vez en la historia, los líderes de un Estado serían juzgados por una coalición internacional por crímenes contra la paz, crímenes de guerra y, lo más novedoso,  crímenes contra la humanidad . No había manual. No había leyes previas que regularan un juicio de esta magnitud. Solo la evidencia abrumadora de un horror sistemático: el Holocausto. Estos juicios no solo buscaban impartir justicia por los seis millones de judíos y millones de otras víctimas del nazismo. Su verdadera misión era aún más ambiciosa: sentar el precedente de que existen leyes morales universales por encima de la soberanía de los estados, y que "solo seguía órdenes" no se...

LA VERDADERA HISTORIA DEL DIARIO DE ANA FRANK

Imagen
El diario fue escrito por la adolescente entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944 en el contexto de la persecución nazi a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Ana y su familia se escondieron del régimen nazi  en una casa de Ámsterdam durante la invasión alemana de  los Países Bajos. Ana Frank en el colegio Encierro involuntario Durante dos años la familia Frank (Otto, Edith, Margot y Ana) y la familia van Pels (el socio de Otto, Hermann, su esposa, Auguste y su hijo, Peter), así como un dentista amigo de las dos familias, Fritz Pfeffer , estuvieron escondidos en un anexo secreto, de poco más de 120 metros cuadrados, de un edificio de tres pisos en el número 263 de la calle Rue Prinsengracht de la capital holandesa para evitar ser detenidos por los alemanes. En esas circunstancias poco se podía hacer. Se levantaban temprano, se lavaban (sólo se podían bañar los sábados o los domingos) y tomaban café antes que llegaran para trabaj...