Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía. Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos. Miguel Ángel Buonarroti "Eros durmiente" y dibujos ahumados Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro. No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un &quo
Durante una larga época existió la creencia de que en el territorio inhóspito de la Patagonia existió una ciudad española de ubicación desconocida llamada Ciudad de los Césares. El interés por hallarla fue uno de los principales motivos de las exploraciones españolas en el área durante los siglos XVII y XVIII. Una ciudad perdida La ciudad fue buscada intensamente durante la época colonial, pues se suponía que había sido fundada según las diferentes versiones, por españoles (náufragos o exiliados), y/o por mitimaes incas; y que estaba llena de riquezas, principalmente oro y plata. La Ciudad de los Césares, también conocida como Ciudad encantada de la Patagonia, Ciudad errante, Trapalanda, Trapananda, Lin Lin o Elelín, es una ciudad mítica que se supone ubicada en algún lugar de la Patagonia entre Chile y Argentina. Primeras españolas en América El origen de la actual leyenda de la mítica Ciudad de los Césares, está basada principalmente en cuatro h