Los mapas, tal y como los conocemos hoy, no existieron en la antigüedad. No tenían sentido y no servían para nada porque no eran reales y ni siquiera señalaban el tiempo que se tardaba en llegar de un lugar a otro. El origen de la palabra "Europa" proviene de un personaje de la mitología griega, pero como denominación de un territorio, la península más occidental del continente Euroasiático, no se afianzaría hasta el siglo XVI. Europa Regina de Putsch Los mapas del mundo antiguo y el medievo En el mundo antiguo no había mapas porque la concepción que tenían del espacio estaba basada en la ruta que seguían para sus distintos menesteres, como los comerciales, por ejemplo. Lo que consultaban para ello eran las guías, o documentados libros de viajes (periplos), si los había, En ellos se recogen nombres de pueblos, ciudades, aspectos topográficos de los lugares, accidentes geográficos de la ruta, etc. La representación de algunas de estas guías, en definitiva, señalan estos "
Las prácticas y las tendencias sexuales de cada época están en función de los criterios culturales de un país, región o ciudad y van cambiando con el tiempo. Algunas de las costumbres sexuales aceptadas socialmente en la antigüedad o vistas como normales, serían totalmente inadmisibles en la actualidad. Extrañas costumbres Mosaico romano Lo que pudo ser “normal” o “lícito” en una época y lugar determinado podía no serlo en otra época y otro lugar y algunas, hoy día, nos costaría mucho entender y admitir e incluso serían constitutivas de delito. Por ejemplo, en el antiguo Egipto: de manera pragmática y no lujuriosa, se permitía el incesto en los faraones (entre hermanos o entre padre e hija) con el fin de preservar la pureza del linaje; a los violadores, es decir, a los que usaban el sexo para sus bajos instintos, se les condenaba a la castración; también se cree que existían ceremonias religiosas destinadas a ritos de fertilidad donde se llevaba a cabo sexo