Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
El genio italiano está reconocido como uno de los mejores violinistas que haya existido jamás y uno de los músicos más virtuosos de su tiempo. Tenía un oído absoluto, es decir, la habilidad de identificar una nota por su nombre sin la ayuda de una nota referencial, y era capaz además de producir exactamente una nota sin ninguna referencia. Niccolò Paganini Genio prematuro El genovés Niccolò Paganini (Génova 1782-Niza 1840) fue un niño prodigio. Empezó con cinco años a estudiar la mandolina con su padre. A los siete años ya tocaba el violín e hizo su primera aparición pública a los nueve años. Con 16 años era ya muy conocido, pero se dice que no digirió bien el éxito y se emborrachaba continuamente, pero que se salvó de esa vida gracias a una dama desconocida que lo llevó a su villa y que fue allí donde aprendió a tocar la guitarra y el piano. Directoras de orquesta: el difícil camino de las mujeres con batuta Con 19 años ya había compuesto más de veinte obra