La energía eólica y la energía solar representan dos de las fuentes más prometedoras y sostenibles de energía renovable en nuestro mundo actual. Ambas aprovechan las fuerzas de la naturaleza para generar electricidad, pero lo hacen de maneras distintas y con tecnologías únicas. Las renovables Las energías renovables, como la solar fotovoltaica, la solar térmica, la eólica y la hidráulica, son consideradas algunas de las mejores alternativas para mejorar el medio ambiente debido a su capacidad para generar electricidad sin emitir, en principio, contaminantes o gases de efecto invernadero. Estas fuentes de energía aprovechan recursos naturales inagotables y están disponibles en abundancia en nuestro entorno, lo que las hace accesibles y sostenibles a largo plazo. La transición hacia energías renovables es fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático. Además, las energías renovables ofrecen una solución ante la dependencia de import
El genio italiano está reconocido como uno de los mejores
violinistas que haya existido jamás y uno de los músicos más virtuosos de su
tiempo.
Tenía un oído absoluto, es decir, la habilidad de identificar una nota por su nombre sin la ayuda de una
nota referencial, y era capaz además de producir exactamente una nota sin
ninguna referencia.
Niccolò Paganini |
El genovés Niccolò Paganini (Génova 1782-Niza 1840) fue un
niño prodigio. Empezó con cinco años a estudiar la mandolina con su padre. A
los siete años ya tocaba el violín e hizo su primera aparición pública a los
nueve años.
Con 16 años era ya
muy conocido, pero se dice que no digirió bien el éxito y se emborrachaba
continuamente, pero que se salvó de esa vida gracias a una dama desconocida que
lo llevó a su villa y que fue allí donde aprendió a tocar la guitarra y el
piano.
Con 19 años ya había compuesto más de veinte obras en las
que combinaba la guitarra con otros instrumentos.
De 1805 a 1813 fue director musical en la corte de una
de las hermanas de Napaleón, María Anna Elisa Bacciocchi, princesa de Lucca y
Piombino.
Después se dedicó a hacer giras por Italia y unas cuarenta
ciudades europeas como Viena, Londres, Alemania, Bohemia, Inglaterra, Escocia o
París, ciudad esta última donde conocería al húngaro Franz Liszt quien
fascinado por su técnica, desarrolló un correlato pianístico inspirado en lo
que Paganini había hecho con el violín. A resultas de estas giras, donde fue
acogido con gran éxito, se hizo además rico. Renunció a las giras en 1834.
En 1825, en una de esas giras, una cantante que viajaba con
él, Antonia Bianchi, le dio un hijo, Cyrus Alexander, aunque nunca se llegaron
a casar.
La leyenda
Algunos decían que
era un genio. Otros, que era sobrenatural. La
realidad es que las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido
diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.
Paganini podía pasar de tocar en el violín pasajes tan tiernos como para hacer
llorar al espectador como realizar una interpretación con tanta fuerza y velocidad
que aún no se ha podido superar.
Con treinta y un años ya era considerado un virtuoso del
violín, con un oído absoluto y una entonación perfecta. Tan perfecta era su
técnica y su interpretación que algunos no dudaron en calificarla de auténtico
pacto con el diablo.
Sus adelantos musicales asombraron desde un principio y se decía
que en la mayoría de sus apuntes aparecía una nota extraña la cual decía
"nota 13".
Un Stradivarius |
Podía interpretar obras de gran dificultad únicamente con
una de las cuatro cuerdas del violín, y continuar tocando a dos o tres voces,
de forma que parecían varios los violines que sonaban. Además en la mayoría de
sus espectáculos usaba la improvisación.
Paganini escribió gran parte de su difícil música para sus propias actuaciones.
Ludopatía y otras enfermedades
A partir de 1819 su salud se fue deteriorando poco a poco
debido a la tuberculosis que padecía y que le procuró dos fuertes episodios de
hemoptisis (expectoración de esputo hemoptoico o de sangre fresca procedente del aparato respiratorio), uno en 1834 y otro en 1840
que fue probablemente el que acabó con su vida
El de la enfermedad, que pasó de sus pulmones a la laringe,
le hizo padecer una afonía crónica los dos últimos años de su vida.
El músico además se medicaba con mercurio para tratar la
sífilis que
también padecía.
Pero además, la fama, el éxito y el dinero llevaron a Paganini a llevar
una vida de excesos, como el juego, entre otros. Tal era el caso que en cierta
ocasión parece ser que se vio obligado a empeñar su violín y que llegó incluso
a intentar abrir un casino en París en 1838.
Su técnica y sus
obras
Según cuenta en su libro el estudioso Philip Sandblom (Creatividad y
Enfermedad)pocos genios han experimentado tanta fortuna
como Paganini. Este, además de estar asolado por una serie de afecciones
crónicas también tenía el síndrome de Ehlers-Danlos, un grupo de alteraciones
genéticas raras que afectan a los seres humanos provocado por un defecto en la
síntesis de la falta o escasez de
colágeno.
Esta afección provoca una excesiva flexibilidad de las articulaciones. Esto, aseguró este
experto, permitió a Paganini realizar su dificilísima técnica con el violín.
Sandblom explica que su muñeca era tan floja que podía mover y girar en todas
las direcciones y que por tanto podía duplicar el alcance de su mano en el
violín sin cambiar de posición.
También es bien
sabido que Paganini rara vez se practicaba después de
su treinta cumpleaños, merced a su extraordinaria memoria musical.
Sus composiciones incluyen veinticuatro caprichos para
violín solo (1801-1807) que se encuentran entre las obras más difíciles que se
han escrito para el instrumento, seis conciertos para violín, doce sonatas para
violín y guitarra y 6 cuartetos para violín, viola, violonchelo y guitarra.
Il Cannone |
Llegó a poseer cinco violines Stradivarius, dos Amati y
un Guarnerius (su violín favorito) llamado Il Cannone.
Il Cannone (el
cañón, como lo llamaba Paganini por su forma, su potencia sonora y resonancia) fue
construido en 1743 en Cremona por el luthier Giuseppe Guarneri del Gesù.
Paganini lo consiguió en 1802
cuando perdió un valioso violín Amati como
resultado afición a los juegos de azar. Un violinista aficionado y hombre de
negocios le dio como regalo este descuidado violín Guarneri al que Paganini
cogió tanto cariño que lo tocaría desde entonces el resto de su vida y era el
que más solía emplear en sus conciertos. Al morir lo legó a la ciudad de
Génova.
Actualmente se
expone en el Palacio Tursi, perteneciente a los Museos de Strada Nuova, situado
en la Via Garibaldi, en el centro histórico de Génova. El
instrumento se encuentra restaurado y en perfectas condiciones para ser
utilizado. Periódicamente lo emplean algunos virtuosos.
En una ocasión
cuando Il Cannone tuvo que ser reparado, Paganini lo
envió al taller de Jean Baptiste Vuillaume (1798-1875), en París, el mejor
luthier de la época. Vuillaume, además de reparar el Guarnerius, hizo una
réplica exacta. La copia fue tan precisa en cada detalle de su construcción y
apariencia, que se dice que ni siquiera su dueño podía distinguir uno del otro,
finalmente Paganini notó diferencias sutiles en el tono que le permitían
distinguirlo del original.
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