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EL SANTÍSIMA TRINIDAD: LA VERDADERA HISTORIA DEL GIGANTE DE LOS MARES QUE LA ARMADA ESPAÑOLA PERDIÓ

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El 21 de octubre de 1805, a las 13:30 horas, el HMS  Victory  del Almirante Horatio Nelson rompió la línea de batalla franco-española frente al cabo Trafalgar. En el centro de la formación, un coloso dominaba el horizonte: el  Santísima Trinidad , apodado "El Escorial de los Mares". Con sus cuatro puentes y sus 140 cañones, era el buque de guerra más grande y poderoso del mundo, el símbolo absoluto del poder naval español. Sin embargo, solo horas después, este orgullo de la corona yacía destrozado, capturado y, finalmente, hundido por una tormenta, arrastrando consigo a cientos de hombres y el mito de la invencibilidad de una Armada que ya era sombra de la de antaño. La narrativa histórica tradicional nos presenta Trafalgar como una derrota heroica frente a una Royal Navy tácticamente superior. Un relato de honor y balas de cañón donde España luchó con bravura pero fue superada. Sin embargo, una investigación más profunda revela una historia de soberbia institucional, err...

HATSHEPSUT, LA PRIMERA FARAONA Y SU TEMPLO DE DEIR EL BAHARI

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Gobernó con el nombre de   Maatkara Hatshepsut,y fue la mujer que más tiempo estuvo en el trono de las "Dos Tierras". Hatshepsut no sólo pretendió ser "faraón", sino que se proponía inaugurar una auténtica dinastía femenina de reyes. Reina consorte y regente Hatshepsut probablemente nació en Tebas, por entonces capital del estado, pero no se sabe exactamente la fecha. Su padre fue el faraón Tutmosis I que no era, como sucedería a lo largo de toda esta dinastía, hijo legítimo de Amenhotep I, a quién sucedió, sino hijo de una esposa secundaria. Por ello, para legitimar su poder tuvo que casarse con la princesa Ahmose, esta si, hija legítima del faraón. La pareja real, Tutmosis I y Ahmose, tuvo al menos cuatro o cinco hijos, pero sólo uno, debido a la gran tasa de mortalidad infantil, llegaría a la edad adulta, Hatshepsut. Nuevamente, pues, una mujer sería la heredera legítima, pero, y aunque su padre intentó que le sucediera, una conju...