Los huevos de Fabergé son unos objetos decorativos en forma de huevo, elaborados con metales y piedras preciosas, que fueron creados por el joyero Peter Carl Fabergé y sus artesanos para los zares de Rusia y otros clientes distinguidos entre 1885 y 1917. Estos huevos se consideran obras maestras de la orfebrería, por su belleza, su complejidad y su originalidad. Además, son testimonios de una época histórica marcada por el esplendor y el ocaso de la dinastía Romanov, la última familia imperial rusa. El origen de los huevos de Fabergé La tradición de regalar huevos decorados en Pascua es muy antigua y tiene un significado simbólico de vida, renacimiento y esperanza. En la Iglesia ortodoxa rusa, la Pascua es la fiesta más importante del año y se celebra con tres besos y el intercambio de huevos pintados o esmaltados. La idea de crear huevos de Pascua con materiales preciosos se le ocurrió al zar Alejandro III, quien en 1885 encargó al joyero Peter Carl Fabergé un huevo especial para su
Miguel Hernández nunca fue un intelectual, aunque sí una persona de gran talento. Tampoco fue un pobre pastor autodidacta, sino un niño que fue a la escuela durante diez años. Miguel Hernández Un mito interesado Según sus biógrafos, los documentos encontrados a lo largo de los años coinciden en desmontar el mito de Miguel Hernández como un poeta cabrero y autodidacta . Así, se sabe que él estudió durante 10 años, algo nada frecuente entre los vecinos del barrio de Orihuela donde vivía. Cuanto tuvo que dejar de estudiar por circunstancias familiares y dedicarse al pastoreo (su padre tenía un negocio de compra y venta de ganado), durante escasos cinco años, Miguel Hernández ya traducía latín y leía francés. Pero aún así, en esta etapa, nunca dejó de escribir y de leer, sobre todo poesía.. Miguel Hernández no concebía la vida sin escribir, y siempre quiso ganarse la vida como poeta, Mujeres de la Generación del 27: silenciadas y olvidadas Estos años le