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GUERRAS CARLISTAS: LA ÚLTIMA CRUZADA DE LA ESPAÑA TRADICIONAL (Y POR QUÉ SU FANTASMA SIGUE VIVO)

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El 29 de septiembre de 1833, una proclama urgente recorrió los montes de Navarra: "¡Dios, Patria, Fueros, Rey!". Un hombre de 45 años, Carlos María Isidro de Borbón, se autoproclamaba legítimo heredero al trono de España, desafiando a su sobrina, una niña de tres años llamada Isabel. Lo que comenzó como un pleito sucesorio se convirtió en la guerra civil más larga y sangrienta del siglo XIX español, un conflicto que se repetiría en tres oleadas a lo largo de 50 años. Pero las Guerras Carlistas no fueron solo una disputa dinástica. Fueron la lucha a muerte entre dos Españas irreconciliables: una que anhelaba abrazar la modernidad liberal y otra que defendía con fusiles y rosarios un orden tradicional, católico y foral que se desvanecía. 1. El Detonante: La Pragmática Sanción y el Pleito Sucesorio Fernando VII y la Sombra de la Ley Sálica En 1713, Felipe V, el primer Borbón español, implantó la Ley Sálica, que impedía reinar a las mujeres. En 1789, las Cortes de Carlos IV aprob...

BLAS DE LEZO: EL AZOTE DE INGLATERRA

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Aunque es un gran desconocido, fue uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española. Este guipuzcoano de Pasajes sufriría tantas heridas a lo largo de su vida militar que habría de ser conocido con los sobrenombres de Patapalo primero y Mediohombre después. Todo un ejemplo de arrojo y valor  Con apenas 12 años (1701), se enrola como guardiamarina al servicio del conde de Toulouse, Luis Alejandro de Borbón, hijo de Luis XIV. Se integró en la armada francesa, en ese momento aliada de España en la Guerra de Sucesión, que acaba de empezar, al morir Carlos II sin descendencia. Blas de Lezo participó en aquella batalla batiéndose de manera ejemplar, hasta que una bala de cañón le destrozó la pierna izquierda, teniéndosela que amputar, sin anestesia, por debajo de la rodilla. Cuentan las crónicas que el muchacho no profirió un lamento durante la operación. Debido al valor demostrado tanto en aquel trance como en el propio combate, es ascendido en 1704 a Alférez...