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PÓRTICO DE LA GLORIA: ARTE, FE Y SIMBOLISMO EN LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

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El Pórtico de la Gloria , situado en la fachada occidental de la Catedral de Santiago de Compostela , es una de las más destacadas obras del arte románico en Europa. Esta monumental entrada, que data del siglo XII, no solo es un elemento arquitectónico de gran relevancia, sino que también representa una compleja narrativa visual y teológica sobre la salvación, el juicio final y la gloria celestial. Fue diseñado por el maestro escultor Mateo , quien lideró su construcción bajo el patrocinio del rey Fernando II de León. Contexto Histórico: La Peregrinación y la Construcción del Pórtico A lo largo de los siglos, el Pórtico de la Gloria ha cautivado a peregrinos, artistas e historiadores de todo el mundo por su maestría escultórica y su profundo simbolismo religioso. Su restauración más reciente, terminada en 2018, ha permitido redescubrir los colores originales de las esculturas y devolver a la obra gran parte de su esplendor perdido.  El Pórtico de la Gloria fue encargado como parte del

EL CAMINO ESPAÑOL: HISTORIA, INFLUENCIA Y LEGADO EN EUROPA

El Camino Español fue una ruta militar de gran importancia durante el siglo XVI y principios del XVII, establecida para conectar los territorios españoles en Italia con los Países Bajos, que en aquel entonces también pertenecían a la corona española. 

Esta vía terrestre fue creada en respuesta a las dificultades que presentaba el transporte marítimo debido a la hostilidad de Inglaterra y Francia y la rebelión de los Países Bajos. 

Camino español


Creación del Camino Español

En el contexto de la Guerra de los Ochenta Años, Felipe II se vio en la necesidad de encontrar una ruta segura para apoyar a sus fuerzas en los Países Bajos. La ruta marítima tradicional estaba plagada de peligros, y la presencia de piratas y flotas enemigas hacía el viaje por mar extremadamente arriesgado. Además, el control del canal de la Mancha por parte de Inglaterra y el bloqueo de los puertos franceses por parte de los hugonotes impedían el paso de los barcos españoles.




Por ello, Felipe II decidió crear una ruta terrestre que atravesara territorios aliados o neutrales, lo que permitiría un tránsito relativamente seguro para las tropas y suministros. El rey contaba con el apoyo del duque de Saboya, que le concedió el paso por sus dominios, y del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que le otorgó el derecho de paso por el Franco Condado y otros territorios imperiales.

El Camino Español se estableció oficialmente en 1567, cuando el rey envió al duque de Alba al frente de un ejército de 10.000 hombres para sofocar la rebelión de los Países Bajos. El duque de Alba partió de Milán y llegó a Bruselas en dos meses, demostrando la viabilidad de la ruta.

La Ruta y su Uso

El Camino Español atravesaba territorios aliados o neutrales, lo que permitía un tránsito relativamente seguro para las tropas y suministros. La logística involucrada en el movimiento de miles de soldados y cantidades significativas de recursos era monumental y requería una organización meticulosa.

Felipe II


La ruta comenzaba en el Milanesado, donde se reclutaban y entrenaban las tropas. Desde allí, se dirigían al paso de Mont Cenis, que cruzaba los Alpes por Saboya. Este era el tramo más difícil y peligroso de la ruta, ya que implicaba atravesar un terreno montañoso y nevado, con el riesgo de avalanchas, enfermedades y ataques de bandidos.

Una vez superados los Alpes, las tropas entraban en el Franco Condado, un territorio imperial gobernado por los Habsburgo. Allí, se abastecían de víveres y caballos, y se les unían los soldados alemanes y suizos que habían sido contratados por el rey. El Franco Condado era una región rica y fértil, pero también estaba expuesta a las incursiones de los franceses, que intentaban impedir el paso de los españoles.

Desde el Franco Condado, las tropas seguían por Lorena, otro territorio imperial, donde se encontraban con el río Mosa. Este río era navegable y permitía el transporte de suministros y artillería por barcazas. Las tropas seguían el curso del río hasta llegar a Luxemburgo, donde se encontraba una importante fortaleza española que servía de base y almacén.

Desde Luxemburgo, las tropas entraban en el Obispado de Lieja, un territorio eclesiástico que mantenía una posición neutral en el conflicto. Sin embargo, el obispo de Lieja era hostil a los españoles y les cobraba elevados impuestos por el paso. Además, el territorio estaba infestado de bandidos y rebeldes que atacaban a las tropas.

Finalmente, las tropas llegaban al Ducado de Brabante, donde se encontraba la ciudad de Bruselas, la capital de los Países Bajos. Allí, se reunían con el gobernador general y recibían sus órdenes para el frente.

Duque de Alba


El Camino Español se usó durante unos setenta años, y por él pasaron más de 120.000 soldados españoles, además de dinero, armas, municiones, alimentos y otros recursos. El tiempo estimado de recorrido era de entre dos y cuatro meses, dependiendo de las condiciones climáticas, políticas y militares.

Influencia y Logros

La existencia del Camino Español permitió a España ejercer una influencia considerable en los asuntos europeos. Las tropas españolas (los famosos Tercios) podían desplazarse rápidamente para responder a las amenazas o para apoyar a los aliados del rey.

El Camino Español fue clave para mantener el control de los Países Bajos, que eran una fuente de riqueza y prestigio para la corona española. Gracias a la ruta, los españoles pudieron resistir los embates de los rebeldes protestantes, que contaban con el apoyo de Inglaterra y Francia. Algunas de las victorias más importantes de los españoles en los Países Bajos fueron la toma de Amberes en 1585, la batalla de Nieuwpoort en 1600 y el asedio de Breda en 1625.

El Camino Español también permitió a los españoles intervenir en otros conflictos europeos, como la Guerra de los Treinta Años, que enfrentó a los católicos y los protestantes. Los españoles apoyaron al emperador del Sacro Imperio y a la Liga Católica contra los protestantes alemanes, daneses, suecos y franceses. Algunas de las batallas más destacadas en las que participaron los españoles fueron la batalla de la Montaña Blanca en 1620, la batalla de Nordlingen en 1634 y la batalla de Rocroi en 1643.

El Camino Español también facilitó el intercambio cultural, económico y científico entre los territorios españoles y los demás países europeos. Por la ruta circulaban no solo soldados y recursos, sino también comerciantes, diplomáticos, artistas, escritores, médicos, ingenieros y otros profesionales. El Camino Español fue una vía de difusión de la cultura española, especialmente del arte, la literatura y la arquitectura, que influyeron en el resto de Europa. Por ejemplo, el arte renacentista italiano influyó en el arte español, especialmente en la pintura y la escultura, y a su vez, el arte español influyó en el arte de los Países Bajos, especialmente el barroco flamenco. 

Tercios españoles


Por otro lado, el paso de las tropas y los suministros también provocó la construcción y el embellecimiento de numerosas obras arquitectónicas, como iglesias, monasterios, hospitales, puentes, fortalezas y palacios. Estas obras reflejaban el poder y la riqueza de la corona española, así como la devoción y la hospitalidad de los habitantes de los territorios por los que pasaba la ruta. 


En este sentido cabe mencionar la construcción del primer hospital militar de la historia que se realizó en Malinas, una ciudad de los Países Bajos que formaba parte del Camino Español. El hospital se fundó en 1584 por orden del duque de Parma, que era el gobernador general de los Países Bajos y el comandante de las tropas españolas. El hospital tenía como objetivo atender a los soldados heridos o enfermos que llegaban por el Camino Español, pues su pérdida era una carga muy costosa, pero también a los civiles que sufrían las consecuencias de la guerra.

El hospital se instaló en un antiguo convento de monjas agustinas, que fue ampliado y adaptado para albergar a unos 500 pacientes. El hospital contaba con una capilla, una farmacia, una cocina, una lavandería, un depósito de cadáveres y un cementerio y tenía un reglamento interno que regulaba el funcionamiento, la disciplina, la higiene y la asistencia espiritual de los pacientes. Este hospital significó un avance en la organización y la profesionalización de la medicina militar y fue modelo para otros hospitales militares que se crearon posteriormente en otros lugares de Europa. 

Países Bajos españoles


Declive y Desaparición

Con el paso del tiempo, el Camino Español se volvió menos vital. Los cambios en la política europea y las alianzas, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y rutas, hicieron que la ruta perdiera su importancia estratégica.

Uno de los factores que contribuyó al declive del Camino Español fue el cambio de actitud de Francia, que pasó de ser un enemigo a ser un aliado de España. Esto se debió a que el rey francés Luis XIII se alió con los católicos españoles contra los protestantes franceses, que a su vez se aliaron con los rebeldes holandeses. Esta alianza se concretó en el Tratado de Monzón de 1626, que reconoció el derecho de paso de los españoles por el Franco Condado y Lorena. Esto facilitó el tránsito del Camino Español y redujo el riesgo de ataques franceses.

Otro factor que contribuyó al declive del Camino Español fue el desarrollo de nuevas rutas marítimas y terrestres que competían con la ruta española. Por un lado, los españoles lograron mejorar su navegación por el Mediterráneo y el Atlántico, gracias a la construcción de barcos más rápidos y resistentes, y al establecimiento de bases navales en Sicilia, Cerdeña, Nápoles y Portugal. Por otro lado, los holandeses y los ingleses desarrollaron sus propias rutas comerciales y militares por el mar del Norte y el océano Índico, que les permitieron acceder a mercados y recursos más lejanos y lucrativos.

Finalmente, otro factor que contribuyó al declive del Camino Español fue la creciente resistencia de los territorios por los que pasaba la ruta. Los habitantes de estos territorios se cansaron de las cargas económicas, sociales y políticas que suponía el paso de los españoles. Los impuestos, las requisas, las exacciones, las violaciones, los saqueos y las enfermedades que traían los soldados españoles generaron un profundo resentimiento y odio hacia los españoles. Además, los territorios se vieron involucrados en las guerras y conflictos que afectaban a España, lo que provocó más destrucción y sufrimiento.

Tercios en la Rendición de Breda


Estos factores hicieron que el Camino Español fuera cada vez menos usado y más difícil de mantener. El punto de inflexión se produjo en 1635, cuando Francia declaró la guerra a España y rompió el Tratado de Monzón. Los franceses invadieron el Franco Condado y Lorena, y cortaron el paso de los españoles. Esto obligó a los españoles a buscar otras rutas alternativas, como la ruta de los Vosgos, que cruzaba por Alsacia y el Palatinado, o la ruta de los Grisones, que cruzaba por Suiza y el Tirol. Sin embargo, estas rutas eran más largas, más difíciles y más inseguras que el Camino Español.

El Camino Español dejó de funcionar definitivamente en 1648, cuando se firmó la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años y a la Guerra de los Ochenta Años. Este tratado reconoció la independencia de los Países Bajos y la soberanía de Francia sobre el Franco Condado y Lorena. Esto supuso el fin de la presencia española en los Países Bajos y el fin de la necesidad de mantener una ruta militar tan extensa y costosa.

Hoy día existen algunas rutas turísticas que recorren el Camino Español o parte de él. Por ejemplo, hay una ruta que va desde Milán hasta Bruselas, pasando por Turín, Ginebra, Besançon, Nancy, Luxemburgo y Namur. Esta ruta tiene una longitud de unos 1.200 kilómetros y se puede hacer en coche, en bicicleta o a pie.. También hay otras rutas que se centran en algunos tramos del Camino Español. 

Conclusión

El Camino Español fue una proeza de la ingeniería militar y la logística en la Europa del siglo XVI. Su creación y uso reflejan la complejidad de la geopolítica de la época y la necesidad de mantener una comunicación efectiva entre los vastos territorios del Imperio Español.

El Camino Español es un testimonio del poder y la influencia del Imperio Español en su apogeo. Aunque ya no existe, su legado perdura en la historia militar y en la infraestructura de las regiones que atravesaba.



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