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MIGUEL ÁNGEL BUONARROTI: EL GENIO DEL RENACIMIENTO QUE TAMBIÉN FALSIFICABA OBRAS DE ARTE
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Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) es considerado uno de los mayores artistas de la historia, por sus obras maestras en escultura, pintura, arquitectura y poesía.
Sin embargo, pocos saben que en sus inicios también se dedicó a la falsificación de arte, con el fin de demostrar su talento, ganar dinero o burlarse de los expertos.
Miguel Ángel Buonarroti |
"Eros durmiente" y dibujos ahumados
Según los biógrafos de Miguel Ángel Buonarroti, este realizó algunas obras que hizo pasar por antiguas como la escultura de "Eros durmiente" que vendió al cardenal Raffaele Riario. Sin embargo, el engaño no duró mucho. El cardenal pronto se enteró de que la estatua era una falsificación moderna, y quiso devolverla al vendedor. Pero para entonces, Miguel Ángel ya se había hecho famoso por su “Piedad”, que se exhibía en la Basílica de San Pedro.
No obstante, el cardenal, lejos de enfadarse se convirtió en el primer patrocinador de Miguel Ángel y le encargó otras dos obras: un "Baco" y una "Piedad" para su capilla funeraria. El intermediario, por su parte, volvió a vender la estatua falsa, ahora con el prestigio de ser una obra de Miguel Ángel. La escultura pasó por varias manos hasta que se perdió su rastro. Se cree que fue destruida durante la Revolución Francesa.
Otro caso de falsificación de Miguel Ángel es el de los dibujos de antiguos maestros que realizó para engañar a su amigo y rival, Leonardo da Vinci. Según su segundo biógrafo, Giorgio Vasari, Miguel Ángel admiraba mucho el arte de Leonardo, y quiso poner a prueba su conocimiento y su agudeza visual. Para ello, tuvo la idea de dibujar varias figuras al estilo de antiguos maestros como Giotto, Masaccio o Fra Angelico y las ahumó con una vela para darles un aspecto antiguo. Luego, las colocó en un lugar donde sabía que Leonardo pasaría, y se escondió para observar su reacción. Leonardo se detuvo a mirar los dibujos, y los reconoció como falsos al instante. Sin embargo, quedó tan impresionado por la habilidad de Miguel Ángel que le pidió al dueño del lugar que le permitiera verlos más de cerca. Al parecer, al hacerlo, Da Vinci descubrió la firma de Miguel Ángel en una esquina y se rió de la broma.
Eros durmiente |
Este episodio muestra que Miguel Ángel no solo falsificaba por dinero o por orgullo, sino también por diversión y por admiración. Su intención no era engañar a Leonardo, sino rendirle homenaje y desafiarlo. De hecho, ambos artistas se respetaban mutuamente, aunque también competían por el favor de los mecenas y del público. La rivalidad de ambos artistas fue una fuente de inspiración y de progreso para el arte del Renacimiento.
Modificaciones y retoques
Además de las falsificaciones de esculturas y dibujos, Miguel Ángel también realizó algunas modificaciones en obras ajenas para hacerlas pasar por suyas o por de otros artistas. Un ejemplo de esto es el fresco de “La Anunciación” que se encuentra en la Basílica de la Santísima Anunciada en Florencia. Se trata de una obra atribuida a Domenico Ghirlandaio, el maestro de Miguel Ángel, que data de 1485.
Pero un análisis pormenorizado ha puesto de manifiesto que Miguel ángel añadió algunos detalles al fresco como por ejemplo la figura del ángel Gabriel, el jarrón con lirios y la cortina roja para darle más profundidad y dramatismo a la escena. Para algunos estudiosos del tema, Miguel Ángel pudo haber hecho estos cambios cuando era todavía aprendiz en el taller de Ghirlandaio. La duda está en si fue con o sin su permiso. Otros opinan que los retoques fueron hechos más tarde, incluso cuando era ya famoso, para mejorar o dejar su huella en la obra de su maestro.
Piedad de Palestrina |
Otro caso de alteración de obras ajenas es el de la pintura de “La Virgen con el Niño y San Juanito” que se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Se trata de una obra atribuida a Andrea del Sarto, un pintor florentino contemporáneo de Miguel Ángel, que data de 1528. No obstante, comprobaciones posteriores han demostrado que Migue Ángel retocó la cara y las manos de la Virgen y el paño que cubre al Niño Jesús para darles más expresividad y elegancia. Según algunos historiadores, Miguel Ángel hizo estos retoques por encargo del duque Cosme I de Médici, que quería regalar la pintura al emperador Carlos V. Otros afirman que Miguel Ángel intervino la obra por iniciativa propia, por admiración o por rivalidad con Andrea del Sarto.
Sospechas fundadas
No obstante, hay otras obras de arte que se sospecha o se confirma que Miguel Ángel ha falsificado o alterado, además de las que ya he mencionado. Algunas de ellas son:
- La Piedad de Palestrina: Esta escultura de mármol representa a la Virgen María sosteniendo el cuerpo de Cristo. Se cree que fue realizada por Miguel Ángel en 1499, pero que la dejó inacabada y la vendió a un comerciante que la hizo pasar por una obra antigua. La escultura fue comprada por el cardenal Francesco Barberini, que la donó a la basílica de Santa Rosalía en Palestrina, de donde toma su nombre. Aquí la atribución a Miguel Ángel es más discutida por algunos expertos que la consideran más una copia o una imitación.
- La Crucifixión de San Pedro: Este fresco se encuentra en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico del Vaticano. Fue pintado por Miguel Ángel entre 1546 y 1550, por encargo del papa Pablo III. Sin embargo, se ha descubierto que Miguel Ángel modificó una parte del fresco original, que representaba a un soldado romano con una lanza. Miguel Ángel borró la lanza y pintó encima un perro que orina sobre el soldado. No se sabe las razones que pudo tener Miguel Ángel para realizar este cambio, pero se especula con que podría ser una burla al papa o una alusión a la profecía de Cristo sobre Pedro.
- La Piedad Rondanini: Esta escultura de mármol representa a la Virgen María abrazando el cuerpo de Cristo. Fue la última obra de Miguel Ángel, que la dejó inacabada a su muerte en 1564. La escultura fue adquirida por el marqués Giuseppe Rondanini, que la colocó en su palacio de Roma, de donde toma su nombre. La escultura presenta varias alteraciones y mutilaciones realizadas por el propio Miguel Ángel, que intentó cambiar el diseño y la disposición de las figuras varias veces. Para algunos investigadores en esta obra Miguel ´-Ángel posiblemente buscó expresar su angustia y su espiritualidad.
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