Fernando VII fue uno de los reyes más polémicos y controvertidos de la historia de España. Su reinado, que abarcó desde 1808 hasta 1833, con una breve interrupción entre 1810 y 1814, estuvo marcado por las guerras, las conspiraciones, las intrigas, las revoluciones y las traiciones. Fernando VII Primera traición Fernando VII traicionó a su pueblo en varias ocasiones, tanto por acción como por omisión, y se ganó el apodo de "el rey felón" por su falta de lealtad, de honradez y de respeto a la Constitución y a las Cortes. La primera traición de Fernando VII se produjo en 1808, cuando se alió con Napoleón Bonaparte para derrocar a su padre, Carlos IV, y hacerse con el trono de España. Fernando VII aprovechó el descontento popular contra Carlos IV y su valido, Manuel Godoy, que habían firmado el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Fernando VII encabezó una conjura palaciega contra su pa
A pesar de pertenecer a una época
en la que la mujer artista era discriminada, logró abrirse paso como retratista
de moda de la alta sociedad.
Fue una artista versátil, reivindicativa y sufragista.
También la primera mujer en ser admitida en la Royal Society of British
Artists.
Pintora profesional
Louise Goodge, luego Jopling, nació en Manchester, Gran
Bretaña, en 1843. Fue uno de los nueve hijos de un contratista de
ferrocarriles.
Ella tenía diecisiete años cuando sus padres murieron, ese
mismo año se casó con el funcionario Frank Romer, que era secretario del barón Nathaniel
de Rothschild en París.
La baronesa
Rothschild fue quien animó a Louise a seguir pintando aún estando casada. Así,
poco después ingresó en la escuela técnica estatal y en el estudio del artista
anglo-francés Charles Joshua Chaplin quien, inusualmente, aceptaba mujeres en
sus clases. Aquí pudo estudiar anatomía a partir de modelos naturales, algo
imposible para las mujeres de la época.
También recibió
clases de Alfred Stevens cuando, tiempo después, volvió a París.
A pesar de que su marido fue despedido por el barón, debido a su pasión por el juego, Louise Jopling siguió manteniendo buenas relaciones con la familia Rothschild e incluso continuó haciéndoles varios retratos más.
Cuando regresa a
Londres asiste a la Escuela de Arte de Leigh para perfeccionar su pintura. Pero
también hizo algo más: se convirtió en el centro de los círculos artísticos de
Londres.
Entonces, su éxito
como pintora crece enormemente gracias a su valor y persistencia, puesto que
tuvo que luchar por destacar como “señora” en un mundo dominado por los
hombres.
En esos años,
consiguió exponer en el Salón de París y en la Royal Academy.
Sin embargo, Romer
murió en 1873 y Louise, a pesar de sus reticencia al matrimonio, pero viendo la
conveniencia de que una mujer sola debía hacerlo, volvió a casarse un año
después con el artista Joseph Middleton Jopling.
La fama
de Louise subía como la espuma, vendía bien sus cuadros y era admirada por el
público. Se unió a la Sociedad de Mujeres Artistas (1880) y de la
Sociedad Real de Retratistas (1891).
Después, se convertiría en la primera mujer en ser admitida
en la Royal Society of British Artists (1901).
Durante los años de su matrimonio con Jopling, sus pinturas
se convirtieron en la principal fuente de ingresos de la familia. Su
producción era constante, a pesar de que su salud no era buena y que la
enfermedad de su hijo Percy la absorbía (se dice que en 1879, por ejemplo,
produjo dieciocho obras).
Pero
además. Louise Jopling se convirtió en todo un acontecimiento social
relacionándose con lo más granado y avanzado de la sociedad londinense: ricos
financieros, aristócratas, actores, literatos, pintores, etc.
Su fama era tal que, a parte de ser ella misma solicitada
para pintar retratos, también fue modelo de otros pintores famosos como Millais
o Whistler, o figura como la heroína de una novela de "sociedad" de
la pluma de un escritor popular.
Joseph Jopling murió en 1884 y Louise volvió a casarse.
Esta vez con un abogado de nombre George W. Rowe en 1887, aunque continuó
utilizando su anterior apellido
profesionalmente.
Louise Jopling |
Estableció su propia escuela de pintura para mujeres y
escribió varias obras sobre la enseñanza del arte.
Louise Joplin también se convirtió en una mujer
reivindicativa y feminista, tanto de los derechos de las mujeres artistas a
estudiar directamente de modelos vivos en la Real Academia, como del derecho al
sufragio femenino. En este sentido, fue vice-presidente de una efímera
asociación que la reforma de la vestimenta. Igualmente escribió poesía y
artículos periodísticos.
A pesar, pues, de los muchos límites a los que tenían que
enfrentarse las mujeres artistas de la época que vivió, Jopling consiguió
llevar una vida notablemente independiente, logrando un estatus profesional de
su arte.
Artista versatil
Como artista pintó retratos, composiciones de figuras,
interiores, paisajes y escenas de género.
Jopling exhibió regularmente en la Royal
Academy desde 1870 y en el salón de París, en el Instituto Real de Pintores de
Acuarelas, y la Real Sociedad de Pintores Retratistas, convirtiéndose en la
primera mujer miembro de esta última institución.
Murió el 19 de noviembre de 1933.
Sus retratos son sobre todo de influyentes financieros
(como la familia Rothschild), familias aristocráticas y actores y actrices
famosos de su tiempo.
Jopling fue un artista versátil de amplios intereses
artísticos, literarios y sociales.
Exhibió su trabajo junto a otros artistas profesionales
masculinos y fue aclamada y bien recibida tanto por la crítica como por el
público.
Jopling se unió a un grupo de élite de artistas femeninos,
entre ellos Elizabeth Thompson Butler y Rosa Bonheur, que lograron un notable
éxito público en las instituciones de arte y cuyas actividades fueron seguidas
de cerca en periódicos y revistas.
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