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EL SANTÍSIMA TRINIDAD: LA VERDADERA HISTORIA DEL GIGANTE DE LOS MARES QUE LA ARMADA ESPAÑOLA PERDIÓ

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El 21 de octubre de 1805, a las 13:30 horas, el HMS  Victory  del Almirante Horatio Nelson rompió la línea de batalla franco-española frente al cabo Trafalgar. En el centro de la formación, un coloso dominaba el horizonte: el  Santísima Trinidad , apodado "El Escorial de los Mares". Con sus cuatro puentes y sus 140 cañones, era el buque de guerra más grande y poderoso del mundo, el símbolo absoluto del poder naval español. Sin embargo, solo horas después, este orgullo de la corona yacía destrozado, capturado y, finalmente, hundido por una tormenta, arrastrando consigo a cientos de hombres y el mito de la invencibilidad de una Armada que ya era sombra de la de antaño. La narrativa histórica tradicional nos presenta Trafalgar como una derrota heroica frente a una Royal Navy tácticamente superior. Un relato de honor y balas de cañón donde España luchó con bravura pero fue superada. Sin embargo, una investigación más profunda revela una historia de soberbia institucional, err...

MAUSOLEO DE HALICARNASO: UNA DELICIA TURCA

La palabra "Mausoleo" proviene de la construcción funeraria del gobernador Mausolo, el rey de Caria que vivió en el siglo IV a. C.

La tumba era tan impresionante, tanto por sus medidas como por su decoración, que formó parte de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y dio el nombre de Mausoleo a todas las construcciones de este tipo.

Reproducción del Mausoleo de Halicarnaso
Caria y Mausolo

Caria es una histórica región situada al sudeste de la actual Turquía cuya capitán fue Halicarnaso (actual Bodrum), la cual podría haber sido fundada por los griegos.

Parece que durante 150 años, desde que en el 545 a.C. esta región fue incorporada al antiguo imperio de la dinastía aqueménida, fue gobernada por sátrapas persas. Sin embargo en la primera mitad del siglo IV a.C. ganó independencia cuando logró ser regida por sátrapas cairos, los Hecatómnidos, aunque estos siempre permanecieron fieles al rey persa..


Reproducción de la tumba
El primer representante de esta dinastía fue Hecatomno al que le sucedió su hijo mayor Mausolo, que gobernó durante veinticuatro años. Cuando este tomó el mando el Imperio persa estaba en claro declive por lo que los sátrapas intentaron rebelerse (Revuelta de los Sátrapas), aunque nunca llegaron a suponer una grave amenaza para la estabilidad del imperio. Mausolo también se unió a la revuelta, pero salió airoso cuando Artajerjes III consiguió restablecer el orden e ignoró su comportamiento ya que este había conquistado parte de Lidia, Jonia e islas vecinas dándoselas al rey. Aunque después de esto Mausolo tuvo que aceptar la presencia de una guarnición persa en Halicarnaso, actuó más o menos como gobernador independiente, actuando como una especie de rey.

Mausolo trasladó su capital a Halicarnaso, que lo fue entre el 370 a. C. y el 365 a. C. Se reconstruyeron los viejos muros de la ciudad y creció considerablemente el número de habitantes.


Mausolo falleció en el 353 a. C. y fue sucedido por su esposa (y hermana) Artemisia II, quien mediante su gobierno fue capaz de asegurar la autonomía de Caria en los dos años que sobrevivió a su marido. 

Las ruinas hoy
No muchos años más tarde, Alejandro Magno consiguó recuperar la satrapía después de invadir la zona, terminando así con la dinastía Hecatomnida, pero tras su muerte sus sucesores se disputaron la posesión de Caria.


El mausoleo

Mausolo, antes de morir se había hecho construir en Halicarnaso un suntuoso monumento funerario que fue terminado hacía el año 350 a. C. Pero a Artemisia II, su esposa, se le reconoce haber encargado la estructura y la ornamentación del mismo (que ella también ocuparía al fallecer dos años después que él), a arquitectos y escultores griegos.

Fue considerado en seguida como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo no sólo por su tamaño y majestuosidad, sino también por la belleza de su apariencia y la forma en que estaba decorado con tallas u ornamentos. Esta edificación indicaba, asimismo, una nueva tendencia hacia lo monumental en el arte del período pos-clásico o helenístico.

Caballo de la cuadriga conservado
El mausoleo fue el principal monumento arquitectónico de Halicarnaso y fue erigido en una pequeña colina que domina el puerto de la ciudad. Medía aproximadamente 134 metros de perímetro y 46 metros de altura, y cada una de sus cuatro plantas estaba adornada con relieves escultóricos. Toda la estructura estaba protegida por un patio cerrado de 242,5 x 105 metros.

En el centro del patio había una plataforma de piedra sobre la que descansaba la tumba de mármol en forma de pirámide truncada cuya base era casi cuadrada (38,4 x 32,5 metros) y estaba decorada con un friso con escenas de batallas de centauros y griegos que luchaban con las amazonas. La tumba estaba protegida en cada esquina por guerreros de piedra montados a caballo y la rodeaban treinta y seis columnas (diez por cada lado) de 12 metros cada una que sujetaban el sólido techo de la estructura.

Una escalera formada por veinticuatro escalones y flanqueada por leones de piedra, conducía a la parte superior de la plataforma, en cuyas paredes exteriores había estatuas de dioses y diosas. En la parte superior del monumento había un pedestal y su famosa cuadriga, de 6,5 metros de largo por 5 de alto, una estatua de cuatro enormes caballos que tiraban de un carro en el que posiblemente se representó a la pareja formada por Mausolo y Artemisa II convertidos en dioses.

Parte de los frisos conservados
La cámara funeraria donde descansó el rey y su esposa estaba en el centro del mausoleo y se accedía a ella por una escalera en el lado oeste.

El final de una “maravilla”

El mausoleo soportó las invasiones y la destrucción de la ciudad por Alejandro Magno, los bárbaros y los árabes, pero finalmente fue destruido por un terremoto en el año 1404.

En 1522 los Caballeros de San Juan utilizaron los restos para la reparación del castillo de San Pedro de Halicarnaso. Fue entonces cuando se encontraron una serie de túneles, debajo de la construcción, que llevaban a los sarcófagos de los difuntos reyes. Sin embargo, con posterioridad, la tumba fue saqueada por ladrones y hoy día ya no quedan restos de ella, solo se han conservado partes del grupo escultórico de la cuadriga y algún friso, expuestos en el Museo Británico de Londres.



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