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LEONOR DE AQUITANIA: LA REINA QUE DESAFIÓ A DOS CORONAS

Leonor de Aquitania fue una de las mujeres más poderosas e influyentes de la Edad Media. Heredera de un vasto territorio que abarcaba el suroeste de Francia, se convirtió en reina consorte de Francia y luego de Inglaterra por sus matrimonios con dos reyes rivales: Luis VII y Enrique II.  Fue madre de diez hijos, entre ellos dos reyes famosos: Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra. Participó en la segunda cruzada, se rebeló contra su segundo esposo, gobernó como regente en ausencia de su hijo y fue una gran mecenas de las artes y la cultura.  Leonor de Aquitania Una heredera codiciada Leonor nació en Poitiers en 1122, como hija y heredera de Guillermo X, duque de Aquitania y conde de Poitiers, y de Leonor de Châtellerault. Su padre le proporcionó una esmerada educación, que incluyó el aprendizaje del latín, la música, la literatura, la caza y la cetrería. A los quince años, quedó huérfana y heredó el ducado de Aquitania, uno de los más ricos y extensos de Europa, que se extendía des

 RECURSOS NATURALES: SOBREEXPLOTACIÓN, ASÍ LOS VAMOS AGOTANDO

Los recursos naturales de la Tierra son imprescindibles para la supervivencia de los seres humanos y necesarios para el procesos industriales que desarrollan. 

 

Es por ello que tanto a nivel gubernamental como local o particular en el mundo se compite por hacerse con su posesión o en su caso con su control. 

 



Agua fuente de vida 


A lo largo de la historia las civilizaciones conquistadoras adquirían poder político y económico dominando los recursos y la población de los territorios invadidos. 

 

Sin embargo, con el avance de la tecnologíaya no se hace necesaria la mano de obrapero siguen necesitándose, y cada vez más por su escasez y exigencias de la población, tanto los recursos naturales (agua potable, alimentos, tierras cultivablesasí como energéticos (hidrocarburos) y minerales estratégicos. 

 

La obtención de estos recursossobre todo por parte de los países deficitarios de tales, ha sido siempre una obsesiónya que son vitales para la supervivencia. De ahí que se hayan convertido en motivo de máxima beligeranciaaunque a veces se disfrace con otros argumentos. 

 

Aunque el agua ocupa el 71 % de la superficie de la Tierra, el 96,5 % de esta es salada. Del restante 3,5 % de agua dulce, el 67 % está congelada, por tanto, para el consumo sólo hay disponible una pequeña cantidad. Y para colmo de males, esa pequeña cantidad está repartida de manera desigual en nuestro planeta (en el mundo hay 

casi 900 millones de personas que no tienen acceso directo a agua potable). 

 

Sin embargo, el aumento exponencial de la población mundial y la producción de bienes, ha aumentado significativamente su demanda. Pero los expertos señalan que la importancia del agua se incrementará a medida que avance el calentamiento global. 

 

Tanto es así que las principales multinacionales y/o grupos de capital riesgo se están apresurando a invertir en este «oro azul». 




 Es más, las predicciones apuntan a que en el año 2050 podría haber más de 150 millones de personas como “refugiados ambientales” por fenómenos vinculados a inundaciones recurrentes o a sequías devastadoras. 

 

En el ojo del huracán 

 

África reúne en  mismacomo en pocos otros lugares, tanto bolsas ingentes de pobreza y subdesarrollo como una enorme riqueza natural, lo que le ha valido para estar sumida en un conflicto permanentegrandes cuotas de corrupción y periódicas y violentas guerras. 

 

El continente africano alberga, tanto en tierra como en sus aguas adyacentesingentes cantidades de minerales estratégicos y básicos para la vida tal cual la conocemos hoy. 

 

Tiene enormes reservas de uranio y platino, la práctica totalidad de las reservas mundiales de cromo, la mitad de las de cobalto y manganeso, y una quinta parte de las de titanio. 

 

También posee cantidades muy importantes de cobrebauxitacoltán (un mineral estratégicoutilizado en microelectrónicatelecomunicaciones y en la industria aeroespacial), germanio, radio, casiterita (estratégico por su aplicación en 

sistemas de telecomunicaciones y aeronaves), estaño, zinc y otros minerales 

raros como europioniobio y torio. 

 

Por si fuera poco, a todo ello se suman cuantiosas reservas de oro, diamantes, petróleo y gas natural. 




Es por ello fácil de entender que países (como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Francia, a los que se han sumado últimamente otros como China, India o Brasil) y sus empresas multinacionales se disputen la competencia por asegurarse los pactos con los gobernantes locales (muchos aprovechando el “tirón” de su época colonial). 

 

Mantener sus economíasritmos de producción y en muchos casos a sus poblaciones bien alimentadas lleva a estos países y empresas a conseguir en el exterior energía, 

metales y minerales estratégicos (cuando no alimentosincluso bajo la apariencia de ayudas al desarrollo en las modalidades de préstamosinversiones directas (infraestructurasconstruccionescarreteraspuentespresas, colegios, hospitalesetc) y donaciones, a cambio de la participación activa en el mercado internopoder acceder a la extracciónreparto y control de materias primas y recursos estratégicosconsiguiendo además importantes reducciones fiscales. 

 

En contrapartida, los expertos subrayan que tanto organismospaíses como empresas son ampliamente responsables de la degradación del medio ambiente en los países “explotados”, así como de muertes en las minas o en zonas cercanasreasentamientos forzados e injustosviolación de los derechos laborales y otros excesos. 

 

Pero esto no sólo ocurre en África, sino también en Latinoamérica donde las cuencas del río de la Plata(3,1 millones de kilómetros cuadrados) y el acuífero Guaraní (1,2 millones de kilómetros cuadrados), zona que se extienden por Argentina, Brasil, 

Uruguay, Paraguay y Bolivia, concentran el 25% del agua potable del mundo, lo que le otorga una importancia sobresaliente concentrando a los principales centros urbanos e industriales del Cono Sur del continente. 

 

A esto se le une la riqueza mineral de la selva amazónica. En Perú, Colombia, 

Bolivia, Ecuador, Venezuela y Brasil existen importantes yacimientos de 

plata, zinc, cobreestañooromolibdenohierromanganesoantimonio, 

esmeraldas, diamantes y coltánademás de hidrocarburos, de los que 

Venezuela tienen grandes cantidades (se cree que podría disponer de hasta el 25 % de 

todas las reservas probadas de petróleo del mundo). 

 

Estas riquezas, tanto hídricas como mineraleshacen que Latinoamérica, y muy especialmente la Amazoníasean objeto de deseo para potencias y multinacionales y susceptible por tanto de posibles enfrentamientos geopolíticos.  

 

Pero igualmente sucede en los ricos pastizales que abundan en Mongolia; en el Tibet, fuente casi inagotable para los chinos de recursos de todo tipodesde los más de 90 minerales ya localizados, hasta las energías geotérmicas y solarespues no en vano es la zona de mayor radiación solar de la naciónpero sobre todo de agua; en Turquestán Oriental (denominada oficialmente como Región Autónoma Uigur de Xinjiang) que alberga cifras fabulosas de recursos naturales en su gran mayoría sin explotar (carbónorouraniocobreplomo, zinc, tungstenopetróleo, gas y energía eólica); en las tierras fértiles y productivas de Ucrania (maíz, trigo, azúcar, colza como biocombustible). 

 

De esta brutal explotación de los recursos naturales de