Fernando VII fue uno de los reyes más polémicos y controvertidos de la historia de España. Su reinado, que abarcó desde 1808 hasta 1833, con una breve interrupción entre 1810 y 1814, estuvo marcado por las guerras, las conspiraciones, las intrigas, las revoluciones y las traiciones. Fernando VII Primera traición Fernando VII traicionó a su pueblo en varias ocasiones, tanto por acción como por omisión, y se ganó el apodo de "el rey felón" por su falta de lealtad, de honradez y de respeto a la Constitución y a las Cortes. La primera traición de Fernando VII se produjo en 1808, cuando se alió con Napoleón Bonaparte para derrocar a su padre, Carlos IV, y hacerse con el trono de España. Fernando VII aprovechó el descontento popular contra Carlos IV y su valido, Manuel Godoy, que habían firmado el Tratado de Fontainebleau con Francia, permitiendo el paso de las tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. Fernando VII encabezó una conjura palaciega contra su pa
Fue descubierta por científicos ingleses y sería anterior en varios siglos a la prótesis de una pierna artificial que data del año 300 a. C., la más antigua conocida hasta ahora.
En una momia egipcia
Cuando se encontró este dedo en Egipto todavía está adherido al pie de la momia que era una mujer que murió cuando tenía entre 50 y 60 años. Asimismo, el sitio de la amputación mostraba indicios de haberse curado normalmente, lo cual ayudaba a su dueña a "caminar como egipcio".
Hasta que esta prótesis de un dedo gordo apareció en una momia egipcia, la más antigua prótesis funcional conocida era de una pierna que había sido hecha de bronce y estaba depositada en el Colegio Real de Cirujanos en Londres. La pierna en bronce era de la época romana y se halló en una tumba cerca de la localidad italiana de Capua. Fue destruida por las bombas alemanas durante la II Guerra Mundial.
Con este hallazgo quedaría claro que los egipcios, varios cientos de años antes de los romanos, sustituyeron con prótesis los miembros amputados.
El Museo Británico también tiene en exhibición la prótesis de otro dedo similar pero ésta no se encontró adherida a su pie. Los dos dedos datan de entre 1.000 y 600 a.C.
La primera prótesis de dedo, hallada en 1881 en Egipto, y que posteriormente fue expuesta en el British Museum de Londres, se fabricó de una especie de papel maché, lino y lodo y está recubierta de yeso. Data del año 600 antes de Cristo.
La segunda, está compuesta de tres partes movibles de madera y cuero. Fue hallada en el año 2000 por el arqueólogo alemán Andreas Nerlich en la tumba de la hija de un religioso. Su fecha oscila entre el 950 y el 710 antes de Cristo. Ambos dedos tienen agujeros, que al parecer servían para amarrar la prótesis mejor al pie o a las sandalias.
Los científicos señalan que el dedo hallado adherido al pie derecho de la momia egipcia, que se exhibe en el Museo del Cairo, es probablemente más funcional que la primera encontrada, por cuanto que está articulado y muestra signos de uso.
Prótesis que funcionan y son cómodas
Posteriormente, en 2011, científicos de la Universidad de Manchester realizaron réplicas de las dos prótesis más antiguas halladas hasta ahora para dedos del pie (ambas de pie derecho y encontradas en Tebas), para probarlas en voluntarios.
Según el experimento, las prótesis funcionaban. Quienes las probaron aseguraron que una de ellas para el dedo grande del pie es "especialmente cómoda", indicaron a la revista los científicos ingleses, lo que demostraría que los egipcios tenían un conocimiento amplio de anatomía y de la función del pie.
El dedo gordo del pie carga con casi el 40 por ciento del peso corporal al andar. Es por ello que las personas que no lo tienen cojean visiblemente.
Hasta el momento de ese experimento había cierto escepticismo en torno al uso que tenían las prótesis encontradas en las tumbas egipcias, a pesar de que había indicios de su uso terapéutico.
La demostración de estas pruebas habrían hecho retroceder el nacimiento de la medicina protésica, al menos, unos 700 años.
En una momia egipcia
Cuando se encontró este dedo en Egipto todavía está adherido al pie de la momia que era una mujer que murió cuando tenía entre 50 y 60 años. Asimismo, el sitio de la amputación mostraba indicios de haberse curado normalmente, lo cual ayudaba a su dueña a "caminar como egipcio".
Hasta que esta prótesis de un dedo gordo apareció en una momia egipcia, la más antigua prótesis funcional conocida era de una pierna que había sido hecha de bronce y estaba depositada en el Colegio Real de Cirujanos en Londres. La pierna en bronce era de la época romana y se halló en una tumba cerca de la localidad italiana de Capua. Fue destruida por las bombas alemanas durante la II Guerra Mundial.
Con este hallazgo quedaría claro que los egipcios, varios cientos de años antes de los romanos, sustituyeron con prótesis los miembros amputados.
El Museo Británico también tiene en exhibición la prótesis de otro dedo similar pero ésta no se encontró adherida a su pie. Los dos dedos datan de entre 1.000 y 600 a.C.
La primera prótesis de dedo, hallada en 1881 en Egipto, y que posteriormente fue expuesta en el British Museum de Londres, se fabricó de una especie de papel maché, lino y lodo y está recubierta de yeso. Data del año 600 antes de Cristo.
La segunda, está compuesta de tres partes movibles de madera y cuero. Fue hallada en el año 2000 por el arqueólogo alemán Andreas Nerlich en la tumba de la hija de un religioso. Su fecha oscila entre el 950 y el 710 antes de Cristo. Ambos dedos tienen agujeros, que al parecer servían para amarrar la prótesis mejor al pie o a las sandalias.
Los científicos señalan que el dedo hallado adherido al pie derecho de la momia egipcia, que se exhibe en el Museo del Cairo, es probablemente más funcional que la primera encontrada, por cuanto que está articulado y muestra signos de uso.
Prótesis que funcionan y son cómodas
Posteriormente, en 2011, científicos de la Universidad de Manchester realizaron réplicas de las dos prótesis más antiguas halladas hasta ahora para dedos del pie (ambas de pie derecho y encontradas en Tebas), para probarlas en voluntarios.
Según el experimento, las prótesis funcionaban. Quienes las probaron aseguraron que una de ellas para el dedo grande del pie es "especialmente cómoda", indicaron a la revista los científicos ingleses, lo que demostraría que los egipcios tenían un conocimiento amplio de anatomía y de la función del pie.
El dedo gordo del pie carga con casi el 40 por ciento del peso corporal al andar. Es por ello que las personas que no lo tienen cojean visiblemente.
Hasta el momento de ese experimento había cierto escepticismo en torno al uso que tenían las prótesis encontradas en las tumbas egipcias, a pesar de que había indicios de su uso terapéutico.
La demostración de estas pruebas habrían hecho retroceder el nacimiento de la medicina protésica, al menos, unos 700 años.