El Santo Grial es uno de los objetos más misteriosos y fascinantes de la historia y de la leyenda. Se trata de la copa o el plato que se utilizó en la Última Cena de Jesucristo, y que según algunas tradiciones, también recogió su sangre en la cruz. El Santo Grial ha sido objeto de búsqueda, veneración y controversia a lo largo de los siglos, y ha inspirado numerosas obras de arte, literatura y cine. Santo Grial de Valencia ¿Qué es el Santo Grial? El Santo Grial es un término que proviene del francés antiguo “san graal” o “san greal” , que significa “santo plato” o “santo vaso” . El origen de este término se remonta al siglo XII, cuando aparecieron los primeros relatos literarios que mencionaban el Santo Grial como un objeto sagrado y maravilloso, relacionado con la vida y la muerte de Jesucristo. Sin embargo, el concepto del Santo Grial es mucho más antiguo y complejo, y se ha ido enriqueciendo y transformando con el paso del tiempo y con la influencia de diversas culturas y tr
Su obra tiene una influencia clara de Baouguereau, al que admiró y del que fue alumno y posteriormente amigo.
Èmile Munier nació en París el
2 de junio de 1840. Aunque no procedían de una familia de pintores, él y sus
dos hermanos se interesaron desde muy jóvenes por este arte.
Èmile Munier asistía a clases de dibujo, pintura, anatomía, perspectiva y química, pero siempre en relación con el teñido de lana, dirigiendo sus estudios hacia el arte de la tapicería para seguir los pasos de su padre.
En la década de 1860, y gracias a los avances que fue
cosechando en la pintura académica, Munier consiguió exponer en el Salón de
Bellas Artes, recibiendo varias medallas.
Munier era un gran admirador de los académicos y seguidor de Bouguereau, a quien imitaba a la hora de crear sus propias obras.
Seis años después de casarse, su esposa dio a luz a un niño, pero dos meses y
medio después de ese nacimiento, Henriette contrajo reumatismo severo y murió.
En 1871 Munier abandonó su carrera de artista tapicero y se dedicó solamente a la pintura, actividad que completaba dando clases tres noches a la semana.
Munier era un gran admirador de los académicos y seguidor de Bouguereau, a quien imitaba a la hora de crear sus propias obras.
En 1871 Munier abandonó su carrera de artista tapicero y se dedicó solamente a la pintura, actividad que completaba dando clases tres noches a la semana.
Emile pronto se volvió a casar con una joven profesora de pintura, Sargines Angrand-Campenon, célebre retratista, junto a quien montó un estudio en París, cerca de los estudios de Fantin-Latour y Corot.
También en esa época conocerá al marchante de arte George A.
Lucas, quien venderá gran parte de su obra durante los siguientes años.
Inspirándose en los niños
Inspirándose en los niños
Hasta entonces, Munier pintará casi de todo, desde retratos
hasta escenas de barcas, pescadores, playas, etc.
Pero en los años 80, sus dos hijos, Henri y Marie-Louise
serán su principal fuente de inspiración.
Pinta escenas sentimentales, temática que cultivará toda su vida.
Marie-Louise es seguramente el modelo de niño travieso.
Una de estas obras, Tres amigos, donde muestra una niña jugando con su pequeño gato y su perro sobre la cama, la presentará al Salón de París. Tuvo tanto éxito que se representó en multitud de soportes. En un tiempo en que los carteles de publicidad empezaban a llenar las calles, Tres amigos fue una de las imágenes más populares.
Su obra
Una de estas obras, Tres amigos, donde muestra una niña jugando con su pequeño gato y su perro sobre la cama, la presentará al Salón de París. Tuvo tanto éxito que se representó en multitud de soportes. En un tiempo en que los carteles de publicidad empezaban a llenar las calles, Tres amigos fue una de las imágenes más populares.
Munier |
Munier desarrolló un talento excepcional para mostrar escenas cercanas, muy expresivas y llenas de movimiento. Se interesó sobre todo en escenas de niños en la campiña. Por eso, sus obras están plagadas de niños campesinos y animales de granja, así como querubines, como influencia de Bouguereau.
En la década de los 90 empezó a pintar temas mitológicos y religiosos como cupidos, diosas y vírgenes.
Sigue enseñando en París. Su hijo se casa, y por ese tiempo presenta en el Salón de París su obra El espíritu de la caída de agua, donde aparece una ninfa desnuda de gran sensualidad.
Animales entre flores y paisajes y jardines de Auvergne son
temas en los que sigue insistiendo.
En 1895 pinta La niña y La cesta de gatos como conmemoración
de su 55 cumpleaños y como regalo para el nacimiento de su nieto Georges. Esta va a
ser su última obra ya que murió a la mañana siguiente, 29 de junio, tras sufrir una embolia.