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EL ENIGMA DEL SUEÑO: SU FUNCIÓN, FASES Y LOS MISTERIOS QUE LO RODEAN

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MANET, EL PINTOR QUE ESCANDALIZÓ PARÍS

Sin proponérselo, Manet se convirtió en el líder de un movimiento revolucionario como fue el Impresionismo.

La principal innovación de Manet, aún queriendo estar dentro de la tradición, fue la de reflejar tal cual la vida contemporánea en sus pinturas.

Desayuno en la hierba
Un clásico innovador

Édouard Manet  (23 de enero de 1832-30 de abril de 1883) estaba decidido a ser pintor. Adquirió una formación sólida en el taller de Thomas Couture, complementandola con numerosos viajes al extranjero para ver “in situ” la obra de los clásicos. Copió en el Louvre obras de Tiziano, Rembrandt, Velázquez y Hals, entre otros, y admiró profundamente a los pintores del Barroco español.

Aunque se le consideraba un personaje controvertido y rebelde, en realidad Manet se pasó casi toda su vida buscando fama, fortuna y estilo propio, pero dentro de la norma.

Olympia
Su vida artística estuvo siempre marcada por las dudas (siempre inseguro de su obra), las continuas críticas8que le afectaban profundamente) y los fracasos como los que cosechó en los Salones de París (exposiciones controlada por un jurado conservador cuyos miembros nombraba el gobierno, pero era el único lugar donde si se triunfaba se aseguraba el éxito inmediato) de 1857 y de 1859 donde presentó el Bebedor de absenta que no gustó nada por presentar a un individuo bebedor como un triunfador. 

En 1861 obtiene su primer éxito. Se presenta al Salón con dos obras: Retrato de M. Y Mm, Manet y Guitarrista español, de temática más tradicional. Con el Guitarrista consigue una mención de honor y el elogio de algunos críticos así como la admiración de los artistas jóvenes, en especial Degas, que después formarán el grupo impresionista.

Bebedor de absenta
Pero Manet, de alguna forma, no está feliz con ese éxito y sigue buscando su lugar. De manera paulatina va incorporando en sus obras escenas de la vida parisina del momento, convirtiéndose en un pintor de su ciudad (Musica en las Tullerias).

Críticas y polémicas

Será en el Salón de 1863 donde Manet presente su obra más controvertida: Desayuno en la hierba. Será rechazada por el jurado oficial y totalmente censurado por la crítica (a pesar de volver a recibir la ovación de los artistas jóvenes que se sintieron atraídos por la obra).

Esta pintura de Manet es novedosa por cuanto que presenta un desnudo de la vida cotidiana, es decir, sin necesidad, como en el pasado, de recurrir a figuras mitológicas para mostrar la belleza femenina desprovista de ropa. Empleó para ello a su modelo favorita, Victorine Meurent, que aparece acompañada del escultor holandés Ferdinand Leenhoof. En la zona de la derecha se sitúa Gustave, el hermano del pintor. Al fondo el Sena y otra joven que sale del baño. Pero lo que resulta más chocante es el contraste entre la desnudez de la joven y los dos hombres que la acompañan, totalmente vestidos.

Barra del Folies Bergere
Olympia, será otra de sus obras más famosas y discutidas. La presentó al Salón de 1865 junto a Cristo escarnecido por tres soldados. Para los críticos y público Olympia fue otra nueva provocación y con ella produjo otro escándalo, aunque como ya era habitual recibió apoyo y felicitaciones de los jóvenes artistas.

En esta obra el pintor presenta la figura de una prostituta de alto postín, desnuda, tumbada sobre un diván, acompañada de su criada y de un gato negro. La modelo que posó para el cuadro fue Victorine Meurent. Para este cuadro se inspiraría en la Venus de Tiziano, sin embargo, la novedad de Manet es que presenta a una mujer de carne y hueso desnuda sin el apoyo de la mitología o lo oriental, es decir, en una escena contemporánea (desde aquí se inspirarán las escenas de burdel que tan famosas serían tiempo después).

Faure como Hamlet
Por ello, desde este punto de vista,. Manet es considerado el primero que rompe de manera definitiva con la tradición académica del desnudo, sirviendo a los impresionistas como punto de referencia y estímulo, a pesar de que Manet nunca se integró en este grupo.

El Salón de 1867 supone otro varapalo para el artista al ser rechazado de la sección artística. Esto motivó el total apoyo de Émile Zola, quien se dedicaría a defender su obra. Al año siguiente Manet le retrató.

Ese fracaso le motivó a montar una exposición privada en los recintos feriales de los Campos de Marte, pero tanto el público como la crítica volverán a rechazar su obra, lo que provoca desolación en el artista. Con sus obras posteriores (Ejecución de Maximiliano, Almuerzo en el estudio, el Balcón....)  tampoco obtiene el éxito deseado.

En 1870 es herido en duelo por el crítico Duranty y después será movilizado durante la Guerra Franco-Prusiana. Para mostrar la impresión que le produjo este enfrentamiento militar realizó algunos cuadros (como la Barricada) y numerosos grabados.

El deseo de triunfo en los Salones de París le llevan a presentar anualmente varias obras que son rechazadas sistemáticamente, hasta que en 1873 obtiene un gran éxito con Le Bon Bock.

Guitarrista español
En 1876 Manet prepara una exposición individual en su estudio de la rue Saint-Pétersbourg, debido al nuevo rechazo de sus obras en el Salón. Al año siguiente presenta Nana, con el mismo resultado, aunque le admiten el retrato de Faure como Hamlet.

Por estas fechas sufre los primeros dolores en el pie izquierdo, iniciándose la enfermedad que le llevará a la muerte (ataxia, que afecta a los movimientos voluntarios). Pero su enfermedad no le impide continuar pintando. Ahora emplea más el pastel (Bebedoras de cerveza, ...) y realiza numerosos retratos de amigos.

En 1881 obtiene una segunda medalla en el Salón, y por fin, el gran éxito con la Primavera, un año después. Ese mismo año presentaba también la Barra del Folies Bergère, con el que retoma el tema de la vida cotidiana de París.

Cada vez le cuesta más pintar debido a su enfermedad (le es amputada la pierna izquierda con cangrena), por lo que sólo realiza pequeños cuadros. El 30 de abril de 1883 fallecía Manet en París.

El inventor de la modernidad

En los primeros años de los sesenta Manet empezará a frecuentar la tertulia del café Guerbois, donde se relaciona con el fotógrafo Nadar (amante de la que será su modelo durante muchos años, Victorine Meurent, que posó para él además, entre otras, en Cantante callejera o La señorita torera) y los pintores Degas, Monet y Pisarro. Aquí se inicia claramente la relación de Manet, algo mayor que ellos, con el grupo impresionista.

Argenteuil
Según Matisse, Manet "fue el primero que obró por reflejos y simplificó así el oficio de pintor... no expresando sino lo que le impresionaba a sus sentidos inmediatamente". Zola, posteriormente, escribió un artículo en el que por primera vez se cataloga a Manet como integrante del grupo impresionista, a pesar de no participar en ninguna de sus exposiciones.

Manet se debatiría siempre en la ambigüedad y la contradicción, porque queriendo permanecer dentro de la tradición se convirtió en portavoz y líder de un movimiento revolucionario como fue el Impresionismo, al cual, según algunos expertos, nunca deseó pertenecer. Con ellos compartía muy pocas cosas, aunque durante su estancia estival en Gennevilliers, cerca de Argenteuil, donde vivía Monet, realizó sus obras más marcadas por el nuevo movimiento (Argenteuil; Pareja en balandro; o Claude Monet con su esposa en su estudio flotante) con pinceladas rápidas y efectos lumínicos propios del Impresionismo.

Aunque es cierto que Manet introdujo grandes novedades temáticas y técnicas en sus lienzos, que le sitúan en el Impresionismo, no es menos cierto que resulta difícil situar la obra de Manet puesto que él siempre deseó triunfar en el Salón de París, el lugar oficial del momento, alejándose de los foros independientes.

Pareja en balandro
Pero sólo sería tras su muerte cuando Manet recibiría el reconocimiento a su talento.  Desde su desaparición va a ser considerado por algunos críticos como el pionero del arte francés moderno tanto por sus numerosas innovaciones, con las que se enfrentó al arte académico, como por el seguimiento que le dispensaron los jóvenes artistas del Impresionismo.

Para algunos, Manet fue el primer pintor genuinamente moderno, que liberó al arte de sus miméticas tareas. Para otros, fue el último gran pintor de los viejos maestros, demasiado enraizado en una multitud de referencias histórico-artísticas.

Pese a que se le considera, pues, uno de los padres del Impresionismo, nunca fue un impresionista en el sentido estricto de la palabra. Él afirmaba que «no tenía intención de acabar con los viejos métodos de pintura ni de crear otros nuevos». Su  carrera estaría, por tanto, a caballo entre el Realismo y el Impresionismo, pero no fue un innovador en el sentido estricto, y estuvo influido por los clásicos. 

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