El Plan Marshall, también conocido como el Programa de Recuperación Europea, fue una iniciativa de Estados Unidos para ayudar a la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Propuesto por el entonces Secretario de Estado estadounidense George Marshall en 1947, este plan tenía como objetivo principal revitalizar la economía europea, fortalecer la estabilidad política y prevenir la expansión del comunismo en la región. Ayuda financiera y técnica El Plan Marshall ofreció asistencia financiera y técnica a los países europeos devastados por la guerra, facilitando la importación de materias primas y bienes de capital, así como la modernización de la infraestructura industrial y agrícola. Esta ayuda fue fundamental para la recuperación económica de Europa, permitiendo la reconstrucción de fábricas, carreteras, puentes y otras infraestructuras clave. La ayuda financiera proporcionada por Estados Unidos a Europa a través del Plan Marshall se estima en alrededor de 13 mil mil
Ya en Grecia y Roma se pueden ver representaciones
de las tres Gracias en diversos frescos que aún se conservan.
Estas diosas, hijas de Júpiter,
encarnan, generalmente, el concepto de belleza, amor y fidelidad, pero también
la diversión y la sabiduría.
de van Loo
|
La mitología
La representación de “las tres Gracias”
se remonta ya a la Antigua Grecia y Roma ((por ejemplo en los frescos de Pompeya,
Museo Arqueológico de Nápoles, siglo I a. C.),
tanto en versión literaria como en las artes plásticas.
La tradición mitológica cuenta que
estas tres diosas, que recibieron el nombre de Hágale, Eufrosina y Talía, eran
hijas de Júpiter y de Eurymone.
de Alberto Durero |
Tampoco se puede afirmar cuál era la cualidad exacta de cada una de ellas,
pero sí se sabe que además de ser diosas, cada una contaba con una
característica especial como por ejemplo la jovialidad, el buen gusto o el
esplendor, entre otras.
de Fragonard |
de van Aalest |
En las
representaciones plásticas se las muestra jóvenes y bellas, bailando y
divirtiéndose, unas veces vestidas con túnicas, pero en la mayor parte de los
lienzos, completamente desnudas.
de Tintoretto |
Aunque la representación más
famosa de las tres Gracias es la de Rubens, muchos grandes pintores, antes y
después de él, han plasmado a las tres diosas en sus lienzos: Durero, Jacques Blanchard, Pietro
Liberi, Boucher, Johann Zoffany, George Frederick Watts, William Blake,
Jacques-Louis David, Pradier, Carpeau, Burne Jones, Cèzanne, Renoir, Picasso o
Dalí, por citar algunos.. He aquí algunos
ejemplos.
El pintor renacentista italiano Sandro Botticelli no representó a las tres Gracias de forma individual, sino en el contexto de su obra titulada La primavera (1480-81) donde se representa a Venus adornada con flores acompañada por las jóvenes diosas anunciando la llegada de la primavera.
La obra rompe con la pintura religiosa cristiana al ilustrar el rito pagano de primavera, y opta para ello por un formato monumental, con figuras de tamaño natural, y lo compagina con una gran atención al detalle 8como en los broches de las Gracias).
Como fuente iconográfica para la representación de las tres Gracias, Botticelli parece recurrir a la Puerta del Paraíso realizada por Ghiberti en el Baptisterio de Florencia, en particular el grupo de siervas en el relieve de Esaú y Jacob.
Las figuras del lienzo destacan contra el fondo por la claridad de su piel y sus ropajes, de colores claros e incluso transparentes. Esta palidez en los colores muestra la anatomía del desnudo, que da más volumen a la representación.
Hoy se puede contemplar en la Galería Uffizi de Florencia (Italia).
“Las
tres Gracias” de Rafael
de Rafael
|
Se cree que el cuadro de Las tres gracias de
Rafael fue pintado en 1504, durante
su estancia en Florencia, por encargo de Scipione di Tomaso Borghese, aunque
también se baraja la posibilidad de que el cliente fuese Francesco Maria della
Rovere.
Está
pintado sobre tabla y apenas mide 17 centímetros de altura y formaba pareja con
El sueño del caballero (National Gallery de Londres).
de Picasso |
Para su
realización, Rafael se inspiró en el grupo escultórico de las Tres Gracias de
Siena, pero las dotó de un sentimiento de castidad. Las figuras forman un
conjunto que se destacan sobre el fondo de un paisaje accidentado. Las tres
doncellas representan el prototipo de belleza de la escuela clásica italiana.
Peter Paul Rubens sitúa a sus “Tres Gracias” (1630-35) en un escenario donde aparece Cupido sujetando una cornucopia de la que sale agua y una guirnalda de flores, que actúa como telón. Al fondo hay un paisaje con ciervos, pero las figuras de las jóvenes centra todo el primer plano sin elemento que distraiga de su contemplación.
En esta obra, la pincelada es suelta, trabajando los detalles a través del color. La piel de las diosas se contrae y se hunde al contacto de unas con otras, demostrando además un alto grado de conocimiento d el cuerpo femenino. La luz incide en los cuerpos desnudos para resaltarlos.
Rubens, conocedor de los diferentes significados de las tres diosas, pinta este tema en al menos doce ocasiones, enmarcados en diferentes contextos.
de Dalí |
de Lucas Cranach el Viejo |
Hoy se exhibe en el Museo del Prado.
“las
tres Gracias” de van Loo
Las
tres Gracias (1763) del pintor francés
del barroco Louis-Michel van Loo son representadas, una vez más, prácticamente desnudas. Están
cogidas de la mano en un semicírculo y protegidas con una gran tela a modo de
cubierta colgada del árbol que las cobija. Dos miran en una dirección, mientras
la otra dirige la suya en dirección opuesta a las primeras.
Son la
encarnación del canon de belleza aceptado en la época, además de una excelente
excusa para mostrar unos desnudos femeninos en una sociedad poco tolerante al
respecto.
En la
actualidad la obra se encuentra en el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles
(Estados Unidos).
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