MARIANO DE CAVIA: EL PERIODISTA QUE "INCENDIÓ" EL MUSEO DEL PRADO PARA SALVAR SU PATRIMONIO
La madrugada del 25 de noviembre de 1891, una noticia de última hora conmocionó a la sociedad madrileña: el Museo del Prado, la joya de la corona del patrimonio artístico español, ardía en llamas, reduciendo a cenizas los lienzos de Velázquez, Goya y Tiziano . Multitudes aterrorizadas corrieron hacia el Paseo del Prado para ser testigos de la catástrofe, solo para encontrar el majestuoso edificio en perfecta calma, iluminado por la luna, completamente intacto . El autor de este ingenioso y trascendental bulo fue Mariano de Cavia, uno de los periodistas más brillantes, contradictorios e influyentes de la España de la Restauración . La narrativa superficial recuerda este episodio como una simple "broma" o una "falsa alarma", un precedente español de la famosa radionovela de Orson Welles, La Guerra de los Mundos .
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| Mariano de Cavia |
1 📜 Los Antecedentes: Forjando a un Periodista de Raza
1.1 El Aragónés Universal: Orígenes y Formación
Mariano Francisco de Cavia y Lac nació en Zaragoza el 22 de septiembre de 1855, en el seno de una familia bien posicionada -su padre era notario- pero de arraigadas convicciones carlistas . Esta dualidad entre el orden establecido y cierto espíritu rebelde marcaría su carácter.
Educación Jesuita y Abandono del Derecho: Sus primeros estudios los realizó con los jesuitas en el colegio de Carrión de los Condes (Palencia), donde recibió una sólida base humanística . De vuelta en Zaragoza, se matriculó en la carrera de Derecho, que nunca llegaría a finalizar. La ley no era su vocación; su pasión era la pluma y la actualidad .
Amor y Promesa Eterna: En su juventud zaragozana vivió un intenso romance con Pilar Alvira. Sin embargo, la familia de ella se opuso rotundamente a la relación. La historia, que parece sacada de una novela, cuenta que ambos, profundamente enamorados, acordaron permanecer solteros el resto de sus vidas, una promesa que, según los testimonios, ambos cumplieron .
1.2 El Salto a Madrid: La Forja de un Estilo
Con 26 años, Cavia dio el salto definitivo a Madrid en 1881, ingresando en la redacción de 'El Liberal', uno de los diarios más influyentes de la época . Su talento no pasó desapercibido. Isidoro Fernández Flórez, 'Fernanflor', lo bautizó como "la perla de El Liberal", y José Castro y Serrano amplió el elogio llamándolo "la perla exquisita de la prensa española" .
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Estilo y Temáticas: Cavia era un periodista total. Poseedor de una impresionante cultura y una memoria prodigiosa, sus artículos abarcaban la sátira política, la cultura, la literatura internacional y, de forma muy destacada, la crítica taurina, que firmaba con el seudónimo de 'Sobaquillo', en alusión a una forma de banderillear . Fue un liberal independiente que nunca militó en ningún partido, lo que le permitió mantener una voz crítica y autónoma .
2 🔥 El "Incendio" del Prado: La Broma que Salvó un Patrimonio
2.1 La Narrativa Oficial: Una Falsa Alarma con Final Feliz
El 25 de noviembre de 1891, El Liberal publicó en portada un artículo de Cavia con un título escueto y alarmante: "La catástrofe de anoche. España está de luto. Incendio del Museo de Pinturas" .
Realismo Devastador: Cavia describió el suceso con una minuciosidad y un vigor literario sobrecogedores. Narró cómo el museo aparecía "coronado de llamas, lanzando columnas de humo hacia las nubes y de cuando en cuando haces de chispas, que semejaban luminosos residuos del espíritu de Velázquez, Murillo, Rafael, Rubens, Tiziano, Goya..." . Relató los heroicos intentos de voluntarios por salvar lienzos, cortándolos de sus marcos con cuchillos, y la sensación de duelo nacional .
La Aclaración Final: Solo en las últimas líneas del extenso artículo, Cavia revelaba el engaño: toda la crónica era ficticia, pero advirtiendo que podía convertirse en una realidad en cualquier momento si no se remediaban las pésimas condiciones del museo .
2.2 La Narrativa Alternativa: ¿Periodismo de Impacto o Alarmismo Injustificado?
Más allá de la anécdota, el artículo escondía una profunda reflexión sobre el papel del periodismo y los límites de la ética profesional.
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El Contexto de Peligro Real: Cavia no actuó por capricho. El Museo del Prado se encontraba en un estado de abandono y negligencia absolutos . Se tenían constancia de al menos dos pequeños incendios previos . Lo más grave: varias familias de empleados vivían con sus hijos en las buhardillas del museo, donde cocinaban con fuego, y los sótanos estaban atiborrados de leña, un combustible perfecto para una tragedia .
El Objetivo Legítimo: El artículo fue un 'aldabonazo' cívico, una bomba de relojería mediática diseñada para forzar a las autoridades a actuar donde las quejas formales habían fracasado . Al día siguiente, Cavia publicó un segundo artículo, más furibundo, titulado "Por qué he incendiado el Museo de Pinturas", donde justificaba su acción: "Hemos inventado una catástrofe… para evitarla" .
La Comparación con Orson Welles: Mientras que la transmisión de La Guerra de los Mundos (1938) de Orson Welles fue un drama de ficción presentado como entretenimiento que se coló en los boletines de noticias, el artículo de Cavia fue una ficción presentada explícitamente como noticia, pero con un fin de denuncia social y pedagógico. Welles buscaba el impacto dramático; Cavia, el cambio tangible.
3 ⚔️ El Conflicto: La Reacción y las Consecuencias de un Terremoto Social
3.1 El Pánico y la Eficacia de una Mentira Piadosa
La reacción del público fue inmediata y masiva. La noticia, "se extendió como la pólvora por todo Madrid" . Muchos lectores, presas del pánico, no llegaron a leer el artículo completo o no captaron la ironía final, y corrieron hacia el museo para encontrar, con alivio e indignación, que era una falsa alarma .
3.2 La Respuesta de las Autoridades: La Victoria del Periodismo
Lejos de quedarse en una simple anécdota, la falsa alarma logró exactamente lo que Cavia buscaba: cambios concretos e inmediatos.
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La Inspección del Ministro: Tan solo tres días después, el 28 de noviembre, el Ministro de Fomento, Manuel Linares Rivas, visitó las instalaciones del Prado . La realidad que encontró fue incluso peor de lo imaginado: confirmó la existencia del almacén de leña en los sótanos y vio con sus propios ojos a los niños de las familias que habitaban las buhardillas jugando entre las obras de arte .
Reformas Tangibles: Como consecuencia directa, se ordenaron una serie de medidas cruciales para la seguridad del museo :
Se desalojaron las viviendas de las buhardillas.
Se sustituyó la vieja y combustible cubierta de madera por una estructura metálica moderna.
Se mejoró el sistema de calefacción y se tomaron otras medidas de prevención de incendios, supervisadas por el arquitecto Francisco Jareño (quien también proyectó el edificio de la Biblioteca Nacional) .
El periodismo de Cavia había conseguido, con una sola y brillante mentira, salvar uno de los patrimonios artísticos más importantes del mundo.
4 🕵️♂️ El Hombre Tras la Leyenda: Cavia, el Bohemio con Sillón Académico
4.1 Una Vida de Contrastes: El Dandy y el Noctámbulo
La personalidad de Mariano de Cavia era tan rica y contradictoria como su prosa.
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Vida Nómada y Bibliófilo: Cavia nunca se casó y vivió durante cuatro décadas en el Hotel Términus de la Carrera de San Jerónimo . Sin embargo, en un piso de la misma calle, mantuvo una espléndida biblioteca personal, custodiada por un guardia civil retirado al que había contratado específicamente para tal fin . Era un hombre que vivía en un hotel, pero que necesitaba un hogar para sus libros.
El Bohemio y sus Secretarios: De carácter noctámbulo y bohemio, era un habitual de las tertulias y cafés madrileños. Sus problemas con el alcohol fueron conocidos y notorios, hasta el punto de que Valle-Inclán lo inmortalizó en Luces de Bohemia con el verso: "¡Ni que se llamase ese curda don Mariano de Cavia! ¡Ese sí que es cabeza! ¡Y cuanto más curda, mejor la saca!" . Contrató a dos secretarios, primero un tal García y luego Manso, que lo acompañaban en sus salidas y se encargaban de devolverlo a casa .
4.2 Reconocimiento y Ocaso: La Gloria y el Olvido
A pesar de su vida desordenada, su talento era indiscutible y le granjeó los máximos honores.
Ingreso en la RAE: En 1916, fue elegido por unanimidad académico de la Real Academia Española para ocupar el sillón 'A' . Su discurso de ingreso, que nunca llegaría a pronunciar por su delicado estado de salud, iba a versar sobre el idioma aragonés, que conocía y defendía .
Enfermedad y Muerte: Los excesos y una salud quebrantada derivaron en una parálisis general progresiva. Pasó sus últimos meses en el balneario de Alhama de Aragón y luego en un sanatorio madrileño, donde falleció el 14 de julio de 1920 . En un gesto que honraba sus raíces, su cuerpo fue trasladado a Zaragoza y enterrado en el cementerio de Torrero, tras ser velado en el Paraninfo de la Universidad .
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5 💎 Consecuencias: El Legado de un Maestro del Artículo
5.1 El Premio Mariano de Cavia: La Inmortalidad en el Periodismo
Pocos meses después de su muerte, y en reconocimiento a su maestría, el diario ABC instituyó el Premio Mariano de Cavia, que hasta hoy galardona al mejor artículo periodístico publicado en la prensa española cada año . La lista de galardonados es un who's who de las letras y el periodismo español: desde Ramón Pérez de Ayala, Wenceslao Fernández Flórez o Manuel Chaves Nogales en sus primeras ediciones, hasta Francisco Umbral, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa, Juan José Millás o Arturo Pérez-Reverte en épocas más recientes . En 2025, el premio recayó en el escritor y periodista argentino Jorge Fernández Díaz .
5.2 El Olvido y la Recuperación: Entre la Bohemia y la Academia
Tras su muerte, como suele ocurrir con los periodistas, su nombre y su obra cayeron en un lento olvido. Como él mismo predijo en una especie de autorretrato: "A un periodista le está permitido todo menos ponerse triste" . Sin embargo, figuras como Miguel de Unamuno lo elogiaron como "el ejemplo más característico del puro periodista y, a la vez, del periodista puro" , y su colega y amigo Vicente Blasco Ibáñez afirmó que "cuantos han escrito y escriben después de él, tienen que confesarse sus discípulos" .
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La Verdad Tras el Humo
La evidencia histórica, extraída de sus artículos, las reacciones de la época y los documentos oficiales, pinta un cuadro nítido: Mariano de Cavia no fue un simple bromista, sino un periodista de raza que utilizó el ingenio y la ficción como herramientas legítimas y extraordinariamente efectivas para el activismo cívico y la denuncia social . Su ficticio incendio del Prado fue un acto de responsabilidad suprema disfrazado de irresponsabilidad, una mentira noble que protegió una verdad incuestionable: la necesidad de preservar el patrimonio común.
Las teorías que podrían minimizar su acción como un mero sensacionalismo se desvanecen ante los hechos contundentes: su artículo provocó una reacción institucional inmediata y reformas de seguridad concretas que, con toda probabilidad, salvaron al Museo del Prado de un destino trágico .
La verdad probable es que la figura de Cavia encapsula la esencia de un periodismo que hoy echamos de menos: culto, independiente, valiente y profundamente literario. Su legado no es solo el famoso premio que lleva su nombre, sino un recordatorio eterno de que la pluma, manejada con inteligencia y valor, puede ser más poderosa que la espada, e incluso capaz de apagar los incendios antes de que comiencen.







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