CAPADOCIA: MISTERIOS DE LAS CIUDADES SUBTERRÁNEAS Y SU LEGADO HISTÓRICO

Capadocia es una región que alberga uno de los mayores y más sorprendentes tesoros arqueológicos del mundo: el conjunto de más de 200 ciudades subterráneas, que son unas construcciones excavadas en la roca, que se comunican entre sí mediante túneles y galerías, y que cuentan con todo tipo de estancias y servicios, como habitaciones, cocinas, almacenes, iglesias, establos, pozos, ventilaciones y sistemas de defensa. 

Las ciudades subterráneas de Capadocia son unas obras maestras de la ingeniería y de la adaptación al medio, que fueron creadas y utilizadas por los habitantes de la región a lo largo de los siglos, con diferentes fines y funciones, como refugio, protección, culto o comercio.

Ciudades subterráneas de Capadocia

El origen y la evolución de las ciudades subterráneas

Capadocia es una región histórica y geográfica que se encuentra en el centro de Turquía, y que se caracteriza por su singular paisaje, formado por valles, cañones, chimeneas de hadas, formaciones rocosas y cuevas, que son el resultado de la erosión de la roca volcánica que cubre la zona. Capadocia es también una región cultural y religiosa, que ha sido habitada desde la antigüedad por diferentes pueblos y civilizaciones, como los hititas, los persas, los griegos, los romanos, los bizantinos, los selyúcidas, los mongoles, los otomanos y los turcos, que han dejado su huella y su legado en su arte, su arquitectura, su lengua y su fe.

El origen y la evolución de las ciudades subterráneas de Capadocia son un tema de debate y de investigación, ya que no se dispone de suficientes datos y evidencias que permitan establecer con certeza cuándo, cómo y por quién fueron construidas y ampliadas. Sin embargo, se pueden plantear algunas hipótesis y teorías, basadas en los indicios y testimonios que se han encontrado y conservado, y que apuntan a que las ciudades subterráneas de Capadocia son el resultado de un proceso largo y complejo, que abarca varios milenios y varias culturas.

Una de las hipótesis más aceptadas es que las ciudades subterráneas de Capadocia tienen su origen en el segundo milenio a.C., cuando los hititas, que eran un pueblo de origen indoeuropeo, que dominaba la región de Anatolia, excavaron las primeras cuevas y refugios en la roca, para protegerse de las invasiones y los ataques de los pueblos vecinos, como los frigios, los asirios o los cimerios. Los hititas aprovecharon la facilidad y la resistencia de la roca volcánica, que se podía tallar con herramientas simples, y que se endurecía al contacto con el aire, para crear unas estructuras subterráneas, que les proporcionaban seguridad y comodidad.

Interior de ciudad subterránea

Otra de las hipótesis más aceptadas es que las ciudades subterráneas de Capadocia se desarrollaron y se expandieron entre los siglos IV y XI d.C., cuando los cristianos, que eran una minoría perseguida y marginada por el imperio romano y por el imperio bizantino, que profesaban el paganismo y el cristianismo ortodoxo, respectivamente, se refugiaron y se asentaron en la región, y adaptaron y ampliaron las cuevas y los refugios existentes, para practicar su fe y su culto. Los cristianos crearon unas comunidades subterráneas, que contaban con iglesias, capillas, monasterios, cementerios y escuelas, donde podían rezar, celebrar, enterrar y enseñar, sin ser descubiertos ni molestados.

Una tercera hipótesis, más reciente y más controvertida, es que las ciudades subterráneas de Capadocia se originaron y se extendieron entre los siglos XII y XV d.C., cuando los selyúcidas, que eran un pueblo de origen turco, que profesaba el islam, y que había conquistado la región, construyeron y utilizaron las ciudades subterráneas, para almacenar y transportar sus productos y sus mercancías, y para comunicarse y comerciar con otras regiones y países. Los selyúcidas crearon unas redes subterráneas, que conectaban las ciudades subterráneas entre sí, y con las ciudades superficiales, y que facilitaban el intercambio y el movimiento de personas, bienes e ideas.

La estructura y la función de las ciudades subterráneas

La estructura y la función de las ciudades subterráneas de Capadocia son un tema de estudio y de admiración, ya que muestran una gran complejidad y una gran eficacia, que revelan el ingenio y la habilidad de sus constructores y usuarios, que supieron aprovechar y transformar el medio natural, para crear y mantener unas obras artificiales, que respondían a sus necesidades y expectativas. Las ciudades subterráneas de Capadocia tienen unas características y unos elementos comunes, que las definen y las identifican, y que se pueden describir y analizar, tomando como ejemplo algunas de las más conocidas y visitadas, como las de Derinkuyu, Kaymakli, Özkonak o Tatlarin.

Las ciudades subterráneas de Capadocia tienen una estructura vertical, que se compone de varios niveles o pisos, que se profundizan en la roca, y que se comunican entre sí mediante escaleras, rampas, pozos y pasillos. Las ciudades subterráneas de Capadocia tienen entre 5 y 20 niveles, que pueden alcanzar hasta 85 metros de profundidad, y que pueden albergar hasta 20.000 personas. Los niveles superiores de las ciudades subterráneas de Capadocia están destinados a las estancias y servicios más básicos y cotidianos, como las habitaciones, las cocinas, los almacenes, los establos o los baños. Los niveles inferiores de las ciudades subterráneas de Capadocia están destinados a las estancias y servicios más especiales y esporádicos, como las iglesias, las capillas, los monasterios, los cementerios, las escuelas o las salas de reunión.

Las ciudades subterráneas de Capadocia tienen una función dual, que se basa en la combinación y el equilibrio entre la vida y la protección. Las ciudades subterráneas de Capadocia son lugares donde sus habitantes pueden desarrollar sus actividades y rutinas normales, como dormir, comer, trabajar, rezar o aprender, con comodidad y tranquilidad, aprovechando las ventajas que ofrece el medio subterráneo, como la temperatura constante, la ausencia de ruido o la intimidad. Las ciudades subterráneas de Capadocia son también lugares donde sus habitantes pueden resguardarse y defenderse de las amenazas y los peligros externos, como las invasiones, los ataques, las persecuciones o los desastres naturales, contando con los recursos y los mecanismos que garantizan su seguridad y su supervivencia, como los pozos, las ventilaciones, los sistemas de defensa o las puertas de piedra.

La importancia y el valor de las ciudades subterráneas

La importancia y el valor de las ciudades subterráneas de Capadocia son un tema de reconocimiento y de conservación, ya que representan un patrimonio histórico, cultural y natural, que merece ser conocido y preservado, por su singularidad y su trascendencia. Las ciudades subterráneas de Capadocia son un testimonio de la historia y la cultura de la región, que refleja la diversidad y la riqueza de los pueblos y las civilizaciones que la habitaron y la moldearon, y que muestra la capacidad y la creatividad de los seres humanos para adaptarse y transformar el medio ambiente, según sus necesidades y aspiraciones. Las ciudades subterráneas de Capadocia son también una maravilla de la naturaleza, que aprovecha y respeta las características y los recursos del paisaje, y que crea y mantiene unas condiciones y unas funciones que favorecen la vida y la protección.

La importancia y el valor de las ciudades subterráneas de Capadocia han sido reconocidos y valorados por diferentes organismos e instituciones, que han tomado medidas y acciones para difundir y proteger este patrimonio. Entre estas medidas y acciones, se pueden destacar las siguientes:

• La declaración de las ciudades subterráneas de Capadocia como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1985, junto con el Parque Nacional de Göreme y los sitios rupestres de Capadocia, que son otras manifestaciones de la cultura y la naturaleza de la región. Esta declaración supone un reconocimiento internacional de la importancia y el valor de las ciudades subterráneas de Capadocia, y una obligación de conservarlas y respetarlas, según los criterios y las normas establecidos por la UNESCO.
• La apertura y la visita de las ciudades subterráneas de Capadocia al público, que se ha realizado desde los años 60 del siglo XX, y que ha permitido que miles de personas puedan conocer y admirar este patrimonio, y que se genere un beneficio económico y social para la región. La apertura y la visita de las ciudades subterráneas de Capadocia se ha realizado con criterios de seguridad y de sostenibilidad, y con el apoyo de guías e intérpretes, que explican y contextualizan las características y los elementos de las ciudades subterráneas, y que resuelven las dudas y las curiosidades de los visitantes.

• La investigación y la documentación de las ciudades subterráneas de Capadocia, que se ha realizado desde los años 70 del siglo XX, y que ha permitido que se descubran y se estudien nuevas ciudades subterráneas, y que se profundice y se amplíe el conocimiento y la comprensión de este patrimonio, y que se divulgue y se publique la información y las evidencias obtenidas. La investigación y la documentación de las ciudades subterráneas de Capadocia se ha realizado con métodos y técnicas científicas, y con la colaboración de expertos y profesionales de diferentes disciplinas, como la arqueología, la historia, la geología, la arquitectura o la ingeniería.

Las ciudades subterráneas de Capadocia son, en definitiva, unas obras únicas y extraordinarias, que nos hablan del pasado y del presente de la región, y que nos invitan a reflexionar y a aprender sobre el papel y la relación de los seres humanos con el medio natural y cultural, y sobre la necesidad y la responsabilidad de conservar y valorar este patrimonio, para el disfrute y el beneficio de las generaciones presentes y futuras.